Barcelona

«La mujer intelectualiza hasta la infidelidad»

Anna R. AlósProfesión: periodista.Nació: en 1956, en Barcelona.Por qué está aquí: por su libro «El discreto encanto de la infidelidad» (Esencia/Planeta).

 
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–Si el hombre es infiel por naturaleza, como dicen, ¿la mujer lo es por...?
–Por reafirmación, por autoestima, por saber que aún despierta deseo. La infidelidad de los hombres tiene que ver con la entrepierna; la de las mujeres, con la cabeza. Nosotras intelectualizamos hasta la infidelidad.

–Digamos que usted es partidaria de la infidelidad, pero con discreción...
–No, no soy partidaria: constato una realidad. Si los cuernos se visualizaran, las calles parecerían una reserva natural.

–Consejos: ¿qué debe de hacer el hombre para no ser descubierto?
–No cambiar de costumbres. Los cambios delatan. No emplear nuevas técnicas sexuales; eso le hace arrugar la nariz a la mujer.

–¿Y qué ha de hacer para no ser descubierta?
–Lo mismo. Tampoco le conviene variar el comportamiento sexual.

–La gran pregunta: ¿y si te pillan in fraganti...?
–Hay que negar dos veces y a la tercera decir «lo siento».

–¿Por qué se supone que hay que ser fieles?
–Para que no se desmadre la tribu. Es una cuestión moral.

–Si le han de ser infiel prefiere que sea...
–Con ética, estética y sin causar dolor a nadie. Muchos lo consiguen.

–Parece que los hombres son más infieles que las mujeres. ¿Es verdad o será que son más discretas?
–Ya casi hay un empate. Nosotras lo contamos más: tenemos menos pudor.

–Curioso: las mujeres son más infieles que los hombres por Internet...
–Sí, porque tenemos más tiempo y es un sexo menos comprometido.

–¿La virtual es realmente una infidelidad?
–No lo sé. Es un mundo nuevo que merece otro libro. Internet es el paraíso de la mentira y la fantasía. Cada uno puede ser lo que siempre quiso.

–¿Qué infidelidad nos cuesta más asumir?
–La que se hace con alguien próximo, la que se cuece en nuestras narices.

–¿Sigue siendo la primera causa de divorcio?
–No, son los suegros. La infidelidad se emplea muchas veces como excusa.

–Pero sí debe ser la primera causa de la violencia doméstica, ¿no?
–Sí, pero la violencia psicológica que las mujeres pueden ejercer sobre los hombres no está penada. Somos muy manipuladoras.

–Las personas fieles, ¿lo son por temor, religiosidad...?
–Por comodidad y costumbre. Algunos por amor.

–¿La fidelidad está sobrevalorada?
–Sí, y el sexo también lo está.

–Mire, como el besugo en Navidad...