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Pere Navarro lidera la renovación del PSC

Pere Navarro saluda a los delegados socialistas tras imponerse en la votación a Joan Ignasi Elena
Pere Navarro saluda a los delegados socialistas tras imponerse en la votación a Joan Ignasi Elenalarazon

BARCELONA – Pere Navarro, alcalde de Terrassa, es desde ayer el primer secretario del PSC. Se impuso con el 73% de los votos a favor, a la candidatura catalanista representada por Joan Ignasi Elena, que obtuvo el 25% de los apoyos. El tercero en discordia, Àngel Ros, se retiró en favor de Elena antes de la votación, decisión que había anunciado a la parte interesada durante una cena, el día anterior, a la que ,además de Navarro y Elena, acudieron Miquel Iceta, Marina Geli y José Montilla, entre otros.

Aunque fuera la primera vez en la historia del PSC que se votaba a más de un candidato, la victoria de Navarro no fue una sorpresa, estaba cantada, como que la tercera entrega de «El señor de los anillos» ganaría el Oscar a mejor película en 2004. La evidencia no evitó que Navarro se emocionara. Tras asumir el cargo «con fuerza, ganas de trabajar e ilusión (lema que popularizó Artur Mas)», confesó vivir un momento de «emoción personal».

Su discurso fue conciliador, con guiños al sector catalanista –«hacen falta más voces en catalán que defiendan la España federal y más en castellano que defiendan el autogobierno catalán»–, al que debe integrar en la ejecutiva si no quiere que su mandato nazca debilitado. Prometió trabajar con la misma convicción que cuando empezó pegando carteles de las primeras elecciones tras el restablecimiento de la democracia.

Navarro se permitió un momento de relax, mientras el auditorio le ovacionaba, antes de negociar la ejecutiva que se votará hoy, en la que, por los efusivos abrazos a Carles Martí y Antoni Balmón, tendrán un papel importante las federaciones de Barcelona y el Baix Llobregat, que han estado a su lado en este proceso. También fue simbólico el abrazo con Montilla, Iceta y Elena, a los tres les susurró algo al oído; en cambio, con Ros intercambió un frío apretón de manos.

Consumada la victoria de Navarro, el interrogante era cómo iba a quedar Ros. Aliarse con Elena fue una estudiada jugada para aunar al llamado sector catalanista, que, tras la votación, queda demostrado que es más mediático que numeroso. La decisión de Ros de no presentarse responde a sus planes de batirse en unas primarias a la francesa, a doble vuelta y abiertas a la ciudadanía, enarbolando la bandera de un proyecto crítico para ser el candidato a la Generalitat. En las primarias, aprobadas en comisión y que se celebrarán en un año, volverá a medirse con Navarro.

El nuevo primer secretario negociaba anoche la ejecutiva, en la que Daniel Fernández será el secretario de Organización y tendrá a Balmón y Josep Mayoral (alcalde de Terrassa) también como hombres fuertes. Se romperá el binomio PSC-Baix Llobregat, en favor de una mayor representación territorial. Jordi Hereu, pese a perder la alcaldía de Barcelona, estará en la cúpula socialista, de la misma manera que los alcaldes de las ciudades en que gobierna el PSC. Navarro también integrará a Elena y Ros, aunque este último anoche se lo estaba pensando.

 

En primera persona
Un profesional de la política con mucha mili; por Marcos Pardeiro
Pere Navarro (Terrassa, 1951) es alcalde de su ciudad natal desde hace nueve años. Lo logró en el año 2002 después de que Manuel Royes –que llevaba 23 años en el cargo– le cediera al mando sin primarias de por medio. Este licenciado en Biología y padre de dos hijas que ahora va a liderar el PSC es un profesional de la política con mucha mili encima. Fue fundador de la Joventut Socialista de Catalunya (JSC) en 1977 e inició su carrera como concejal en Terrassa en 1987.

No es de esos alcaldes carismáticos que cautiva a la ciudadanía, pero domina las formas, es impecable en sus discursos, sabe rodearse de buenos equipos y, lo más importante, no comete errores de bulto.

«Es cordial, pero es muy difícil atravesar esa primera línea de afabilidad», dice un dirigente de Convergència que conoce a Navarro desde hace años. Sus compañeros de partido le reconocen su guante blanco y su buena predisposición para casi todo. «No sabe decir que no», resumen.

Del nuevo líder del PSC se espera ahora un salto adelante. Sus compañeros confían en que pase de no crear problemas a resolverlos, y también en que sus formas exquisitas contribuyan a proyectar la imagen de un nuevo PSC que apuesta por la conciliación de las distintas familias. Es el punto fuerte del nuevo líder, no genera rechazo y siempre sabe estar en su sitio. Como ahora, cuando le ha tocado relevar a José Montilla. Navarro era la opción del primer secretario saliente y también contaba con el apoyo de Carme Chacón.