Campaña electoral

Hablar de lo que no interesa

La Razón
La RazónLa Razón

El CIS dice con claridad que lo que hoy agobia al 80 por ciento de los ciudadanos son los problemas derivados del creciente desempleo. Está claro, pues, qué es lo que preocupa a la gente, y también el motivo por el que algunos partidos se dedican preferentemente a marear la perdiz centrando sus discursos en aspectos de la actualidad que les inquietan menos. Es lo que sucede, por ejemplo, con el terrorismo. Sólo el tres por ciento de los consultados dice considerarlo un asunto de relieve. Pero Rubalcaba y sus muchachos no hacen más que ocuparse del fin de ETA y de cuestiones colaterales vinculadas al último comunicado de la banda. Ahora, a Patxi López le ha entrado una llamativa prisa por convocar a los partidos, perfilar una nueva hoja de ruta y empezar a perfilar el futuro de los presos. ¿Lo reclama la gente? No. ¿No sería más lógico aplazar este asunto hasta después de las elecciones? Claramente sí, pero los socialistas no tendrían más remedio que dedicarse a debatir sobre economía y empleo. El problema es que ahí se sienten poco cómodos. Ha sido tal el despropósito de gestión en estos años, que no es de extrañar que prefieran perderse en discusiones sobre el aborto, el matrimonio homosexual y ETA antes que dedicar un minuto al asunto que más ocupa a los españoles. Ellos sabrán.