El alcalde prioriza su acuerdo político con la Junta en el diseño del metro

SEVILLA- El Ayuntamiento no planteará alegaciones a los anteproyectos de las líneas 2, 3 y 4 del metro, ni siquiera en el casco histórico. Para el alcalde, la única estación central en la plaza de la Encarnación sigue siendo viable pese a que los ingenieros contratados por Ferrocarriles Andaluces consideran que «no es factible» ni el pozo de ataque de 32 metros de diámetro para las prospecciones arqueológicas previas. Aun así, Alfredo Sánchez Monteseirín prioriza su «acuerdo político» con la Junta de Andalucía, renunciando a defender sus propias soluciones técnicas por la vía legal.«Es el momento de los vecinos», proclamó ayer Monteseirín al presentar el punto de información instalado en la Casa Grande para que particulares y colectivos conozcan «sin intermediarios» los anteproyectos en exposición pública. Los encuentros en las juntas de distrito anunciados tendrán que esperar a que se ultime una síntesis digerible de los datos.De esta manera cedía Monteseirín el testigo de las alegaciones «a los sevillanos» y a las entidades –incluidos los grupos políticos o las empresas municipales–, justificando que el Ayuntamiento «como institución» se quede al margen «por coherencia» política y en cumplimiento de los «acuerdos» alcanzados con la Junta.La única exigencia municipal recogida de manera evidente en ese pacto es el trazado mayoritariamente soterrado de las nuevas líneas, ya que sólo habrá una parada en el casco histórico y la batalla por su ubicación parece perdida en favor del Duque. Al respecto, el alcalde aseguró que el Metropol Parasol reservó espacio suficiente para la hipotética estación en «el vial entre la Encarnación y la plaza de la Encarnita». Admitió que en el prediseño técnico «hay un proyecto propuesto por la Junta que me parece bien», aunque «también hay otros y pueden ser razonables». Lo cierto es que los pozos de ataque «dibujados» por la ingeniería oficial están en la esquina de la iglesia de la Anunciación o junto a Puente y Pellón: en ambos casos no se alcanza el diámetro aceptable para abordar una obra a 50 metros de profundidad y el riesgo arqueológico es severo.Sobre la solitaria estación de la Línea 2 en el centro, Monteseirín interpreta que el kilómetro largo al que quedarán las paradas más próximas es cómodamente salvable y evitará que la movilidad sea subterránea en este entorno.A cambio, y como solución en superficie, sigue ofreciendo autobuses y tranvías. Su rediseño, e incluso la ampliación prevista del Metrocentro de San Bernardo a Santa Justa, quedan en suspenso para priorizar la conexión con el centro hasta que el trazado de la red de metro sea definitivo, según confirmó el vicepresidente de Tussam, Juan Ramón Troncoso.

«Ni caso» al regidor salienteEl presidente de la federación de comerciantes Alcentro, Enrique Arias, criticó ayer que el «alcalde saliente» no reclame otra parada de la Línea 2 del metro en el centro que «sólo valdría 30 millones de euros más», después de emplear sin problemas «200 millones entre la Encarnación y el tranvía».Arias reclama a Monteseirín que «no enrede más con este asunto» y planteó que el candidato socialista, Juan Espadas, «se pronuncie» al respecto.