Nueva York
Obama: «El atentado de Hamas no nos va a parar»
Durante los últimos casi 20 años, los presidentes estadounidenses han intentado buscar una solución al conflicto de Oriente Medio. Ayer fue el turno de Barack Obama, que consiguió que el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente Mahmud Abbas se desplazasen a Washington para una cumbre con conversaciones directas por primera vez en 20 meses.
Por lo que el demócrata tuvo durante toda la jornada de ayer reuniones bilaterales. Primero se encontró con Netanyahu, después con Abbas y más tarde con el rey Abdullá II de Jordania y el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, los dos únicos países árabes que tienen acuerdos de paz con Israel. Sobre la mesa de conversaciones: una solución de dos estados en el plazo de un año con una Palestina soberana y un Israel seguro. En contra, la advertencia de Netanyahu, contraria a los deseos de EE UU y Palestina, de que va a reanudar la concesión de licencias para la ampliación de colonias israelíes en Cisjordania, suspendida por una moratoria que expira el 26 de septiembre.
Otra cuestión negativa es la debilidad de Abbas, sólo capaz de representar a la facción de Fatah, pero sin control sobre Hamas –considerada en EE UU organización terrorista– cuyo brazo armado reivindicó el atentado del martes de cuatro personas.
Precisamente, Abbas y Clinton se enteraron a la vez de este ataque mientras tenían una reunión en el hotel del líder palestino en Washington la víspera de las reuniones en la Casa Blanca. Nada más conocer lo ocurrido, Abbas no pudo ocultar su enfado por estas muertes, pero tampoco su temor de que pudiesen poner en peligro las reuniones.
De esta forma, en una comparencia que no estaba programada, el presidente de EE UU se presentó a media mañana de ayer ante los medios junto con Netanyahu para condenar dichos actos. Obama dejó claro que «(este ataque) no nos va a parar» en la gesta de lograr la paz en Oriente Medio, y condenó la «matanza sin sentido. Este mensaje debe ir para Hamas y todo aquél que reivindique estos atroces crímenes», advirtió.
Después de las reuniones, tuvo lugar una cena, a la que se unió el ex primer ministro británico Tony Blair, representante del Cuarteto de Oriente Medio, compuesto por EE UU, Rusia, la ONU y la UE. Hoy continúa la cumbre en el departamento de Estado, con Hillary Clinton como anfitriona. Allí, está previsto que Netanyahu y Abbas se reúnan para mantener conversaciones directas por primera vez desde diciembre de 2008. Todavía queda por delante la ambiciosa agenda de Obama para resolver en un año la cuestión de las fronteras de un nuevo estado palestino, la seguridad, los refugiados y el futuro de Jerusalén. Las soluciones son ya conocidas por todas las partes. Ahora, sólo queda que Obama consiga lo que no han podido sus antecesores en las últimas décadas: que las partes cumplan sus promesas y presionar cuando el proceso se ralentice para que salga adelante.
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