Ustedes son el problema por Alfonso Merlos

Ven la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio. La reacción de Griñán y su ganadería a la ineludible política de reformas de Rajoy se sitúa entre lo cómico y lo insultante, entre el puro patetismo y el más condenable de los chantajes. Es el reconocimiento de lo que ya sabíamos: los socialistas no han sabido gobernar, han mentido sin parar y han utilizado de la forma más baja la guerra partidista para tapar sus escandalosas vergüenzas y sus clamorosos errores. Es la receta de tres décadas, siguen a ella aferrados, y el resultado es un desastre sin paliativos. El inquilino del Palacio de San Telmo sabe a la perfección que el señor Montoro no está lanzando ningún ataque frontal contra los andaluces. La más dañina de las ofensivas la han protagonizado ininterrumpidamente quienes han situado a una región de España que tiene todos los ingredientes para triunfar como plusmarquista del desempleo en toda Europa, a la cabeza de la precariedad, en vanguardia de una pobreza galopante. ¡¿Qué es eso de que el Partido Popular va a obligar al cierre en cadena de hospitales y a la liquidación masiva de funcionarios?! ¡¿A quién se pretende vender esa patraña?! Es inaudito y abracadabrante que se rebelen frente al rigor, la disciplina y el saneamiento de las cuentas públicas los paladines de los ERE falsos, los de Mercasevilla, los de Invercaria, los de las ayudas europeas malbaratadas y los fondos para los discapacitados malversados… los que han llenado los juzgados de carpetas en las que queda recogida no tanto su incompetencia cuanto su corrupción.

Este país no está para bromas ni para filigranas. Pero mucho menos para motines. Señores socialistas: ustedes son el problema. Menos anarquía y más compromiso, menos levantamientos y más seriedad. Y dejen de dar a los ministros lecciones de buen gobierno. El efecto que generan es el mismo que provocaría la Pompadour dando lecciones de castidad.