Teatro

Artistas

Mordiscos ortodoxos

Autores: H. Deane y J. L. Balderston. Dir.: E. Bazo y J. de Juan. Escenografía: C. Castañón. Reparto: E. Gutiérrez-Caba, R. Langa, M. Ruiz, M. Rivas, A. Climento, C. Sánchez... Teatro Marquina. Madrid.

La Razón
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«Una historia de terror como nunca ha sido contada», reza el eslogan de este «Drácula». Pero el principal problema de esta producción esforzada es lo contrario: que se ha visto muchas veces. La versión teatral de Deane y Balderston de la novela de Stoker tiene nueve décadas, y en ese tiempo el teatro ha avanzado, aunque la apuesta estética y narrativa de Jorge de Juan y Eduardo Bazo sea tan correcta como ortodoxa: gran escenografía corpórea de salón victoriano, vampiro con capa negra...

Con todo, es grato recuperar el terror para la escena –muy clásico, muy «Hammer», pero algún susto hace saltar del asiento–, con un diseño de sonido algo tópico – aullidos, truenos y susurros– aunque muy bien resuelto por Raúl Bustillo, y un encomiable Drácula, el de Ramón Langa, heredero de Christopher Lee en su altivez y encanto. No están mal María Ruiz, una Mina sensual y peligrosa; el Renfield de Mario Zorrilla o el Seward de César Sánchez. No le ocurre igual a Emilio Gutiérrez Caba: su Van Helsing atribulado y titubeante no encaja en el tono de una producción que debería aspirar a entrener más que a conmover, una lección bien aprendida por el cine de terror comercial.