Tres amigos encuentran un cadáver muy deteriorado en San Martín de Valdeiglesias

MADRID- Caminaban tan tranquilos en busca de níscalos cuando, de repente, el perro que les acompañaba se puso a escarbar en la tierra. Parecían unos huesos pero no le dieron mayor importancia porque la zona suele ser un sitio común para dar sepultura a perros. Sin embargo, la insistencia del animal les hizo volver la vista y fijarse bien. Vieron un mechón de pelo negro muy largo, tiraron de él y se quedaron con él en la mano. Escarbaron más y ya vieron que debajo de una bolsa y una tela de saco se escondía un cadáver humano, y decidieron no tocar más. Enseguida llamaron a la centralita 112, cuyos profesionales derivaron la alerta a la Guardia Civil. El macabro hallazgo fue protagonizado ayer por tres amigos de Pelayos de la Presa, que paseaban por el campo de San Martín de Valdeiglesias en busca de setas.

El cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposición y, según los jóvenes, en posición fetal. Es de pequeña complexión y, al parecer, tenía ropa de mujer, pero los expertos advierten de que podría tratarse de un joven. Será la autopsia practicada en el Instituto Anatómico Forense a lo largo de esta mañana la que determinará la identidad del cuerpo. El hallazgo ocurrió sobre las 12:00 horas de ayer en una zona boscosa situada a la altura del kilómetro 2 de la M-541, la carretera que une Cenicientos con Pelayos de la Presa. Fuentes de la Guardia Civil, que se hizo cargo de la investigación, descartaron ayer «casi con total seguridad», que se trate de María Piedad García, la joven de Boadilla desaparecida hace ya casi dos años.