Las autoridades desalojarán el lunes campamentos de indignados en Washington

"La gente puede estar aquí 24 horas al día, pero no pueden vivir aquí, no pueden dormir aquí. Lo que hemos tratado de hacer es usar medidas progresivas y controladas para que la gente cumpla con las ordenanzas", afirmó Carol Johnson, portavoz del Servicio Nacional de Parques (NPS, en sus siglas en inglés).

Cerca de un centenar de tiendas de campaña permanecen en los campamentos de Freedom Plaza y McPherson Square de Washington desde octubre pasado, cuando fueron ocupados por protestantes que se sumaron al movimiento surgido en Nueva York "Occupy Wall Street", que denuncia los excesos del capitalismo y el falta de regulación a las grandes corporaciones.

"Respetamos la primera enmienda (de la Constitución estadounidense), es su derecho. Pero no tienen derecho a acampar. Podrían celebrar vigilias y tener tiendas de campaña si fuesen por motivos simbólico o logísticos. Pueden ocupar como una vigilia no como un campamento", agregó Johnson.

Los campamentos de Washington, a apenas tres manzanas de la Casa Blanca, son los únicos de este movimiento que quedan en el país después de que las autoridades policiales desalojasen la gran mayoría de los que habían surgido en diversas ciudades de EEUU, como Oakland, Boston, Nueva York, Chicago o Los Ángeles.

Los parques de la capital estadounidense, al contrario que los de otras ciudades del país, tienen la peculiaridad de ser gestionados no por las autoridades del distrito de Columbia, donde se encuentra Washington, si no por la agencia gubernamental que coordina el sistema de parques nacionales del país.

Por este motivo, los campamentos de Washington han logrado permanecer todo este tiempo en pie, pese a los continuos llamados del alcalde de la ciudad, Vincent Gray, al organismo federal para que los desalojase por razones de higiene, sanidad pública y seguridad.

De acuerdo al NPS, desde que fueron levantados ambos campamentos, se han realizado más de 80 arrestos, la mayor parte por embriaguez, orinar en zonas públicas y asaltos diversos.