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El PSOE recurre al «agitador» González para dejar atrás la «era Zapatero»

El ex presidente pide una movilización «ofensiva» ante el sentimiento de derrota

Jornada inaugural de la conferencia política de los socialistas
Jornada inaugural de la conferencia política de los socialistaslarazon

MADRID– Era su día, quizá su último discurso ante el PSOE. Pero el Comité Electoral de Rubalcaba decidió incluir, por sorpresa, en el cartel inaugural de su conferencia política a Felipe González y, claro, el otrora presidente se «comió» a Zapatero. Felipe es mucho Felipe dentro y fuera del PSOE, y ayer irrumpió con más fuerza y ganas que nunca para arengar a la militancia socialista. «No sé si me han invitado como agitador, como agitado o como rebelde que no se conforma con un partido que se siente derrotado», afirmó ante los más de 1.000 participantes de este cónclave del que saldrá el programa electoral del PSOE.

González habló de la crisis, de Europa, de Merkel, de las agencias de calificación, de economía. del PP, de Grecia y de Rubalcaba, después de afear al PSOE que esté a la defensiva y no a la ofensiva. Nadie sabe mejor que él que su nombre es hoy un valor en la izquierda y por eso se ofreció a colaborar en la campaña: «Estoy aquí, a vuestro servicio y dispuesto a trabajar más ahora que nunca. Necesitamos una movilización inmediata y a la ofensiva».

El ex presidente, que se dirigió a Rubalcaba en varias ocasiones por su nombre de pila, se puso al servicio del candidato, de quien dijo es «lo mejor que se puede pensar para el futuro de nuestro país; es mi candidato».

Se puso así a sus «órdenes, desde antes de ayer y hasta el 20-N , y también para después. A tus órdenes para lo que quieras como un militante del partido».

El salón de actos del Palacio Municipal de Congresos prorrumpió en un prolongado aplauso, que llegó a ser atronador cuando González dijo que «a quien toque la Sanidad y la Educación, que son inversión y no gasto, hay que sacarlos por la ventana». Hablaba del PP, claro, al que en algún momento llegó a comparar con el Tea Party americano, «que no sólo no colabora, sino que destruye».

El González más provocador se refirió, también, a las encuestas que pronostican un resultado adverso para el PSOE , para recordar que él también tuvo que afrontar situaciones parecidas. Así que éste fue su consejo al PSOE: que Rubalcaba afronte los comicios como líder de una «movilización ofensiva» en la que los socialistas necesitan defender «lo que otros amenazan con quitar».

Repartidas las correspondientes dosis de ánimo, el que fuera presidente del Gobierno de España recordó al hilo de las diferencias en el seno de la UE que si en el siglo pasado las diferencias se resolvían «a cañonazos», ahora se subsanan con discusiones en las instituciones europeas, donde «nadie se tiene que callar ante nadie, incluida Ángela Merkel».

Luego, mostró su vena díscola y dijo manter la misma rebeldía que caundo ganó en 1982, en 1986, en 1989, «cuando todo se daba por perdido en 1993 y cuando en 1996 nos faltó un telediario». Rebeldía y «las mismas ganas de seguir cambiando este país y aprovechar todas las oportunidades». Nadie como él hace vibrar a la militancia y Rubalcaba lo sabe. Por eso recurrió al ex presidente para arengar a las masas. Fue así como el PSOE «enterró» la era Zapatero, con la resurrección de González.


El presidente se reivindica
Zapatero, que era el «plato fuerte» del primer día de la Conferencia Política del PSOE, pasó tras la irrupción de González, a un segundo plano. Aun así aprovechó su intervención para defender sobre todo su legado y mostrarse seguro de que el tiempo demostrará que tomó las medidas adecuadas para evitar el «colapso». Luego, agradeció el apoyo «incondicional» de su partido a sus decisiones más duras e impopulares. «Gracias, y miles de veces gracias», reiteró el aún secretario general del PSOE. Se afanó en elogiar la «lealtad» de Rubalcaba y reinvindicar que si ETA está hoy agónica es por el candidato del PSOE.