Burgos

El debate nuclear enmaraña durante un día el diálogo social

Los sindicatos desmienten un canje de pensiones por prolongar la vida de Garoña

Vista área de la central de Garoña, en Burgos
Vista área de la central de Garoña, en Burgoslarazon

El debate nuclear enmarañó la concertación social a lo largo de toda la jornada de ayer, después publicaciones periodísticas que apuntaban a que los sindicatos estarían dispuestos a estampar su rúbrica en un acuerdo sobre pensiones a cambio de que el Gobierno mantuviera abierta la central nuclear de Garoña.

Las organizaciones sindicales desmintieron esta información desde primera hora de la mañana. Pese a ello, miembros del Ejecutivo se mostraron dispuestos a retrasar el cierre de la central nuclear de Garoña a cambio de un pacto global en pensiones y reforma laboral. El primer cierre previsto de nucleares es el de la planta de Garoña (en 2013) y, aunque el ministro de Industria, Miguel Sebastián, opinó ayer que esa decisión es firme, el Gobierno está dispuesto a ceder y revisarlo si los agentes sociales aceptan un «paquete global», aseguraron fuentes gubernamentales. Sin embargo, los sindicatos no sólo desmintieron por la mañana esta información, sino que reiteraron el desmentido por la tarde viendo la dimensión que el rumor iba adquiriendo a lo largo de todo el día. La idea, según insistieron durante el día las centrales, no tiene el más mínimo fundamento, e incluso señalaron que cuando se ha hablado de ampliar las negociaciones a cuestiones como la industria o la energía no se ha entrado en detalle y «mucho menos» sobre el futuro de las centrales nucleares.

Fuentes de UGT y de Comisiones Obreras coincidieron en destacar que la cuestión de la energía nuclear no se ha puesto en ningún momento encima de la mesa de la negociación de la reforma de las pensiones. Es más, dejaron claro que los cambios a introducir en el sitema público de pensiones tienen entidad propia suficiente y, por ende, no son moneda de cambio con la reforma laboral, ni con la negociación colectiva y mucho menos con la vida útil de las centrales nucleares.

Pese a los desmentidos, la bola de nieve creció hasta tal nivel que la propia presidenta del Foro de la Industria Nuclear, María Teresa Domínguez, dio carta de veracidad a la información, que calificó de «muy positiva» y «muy importante» la posibilidad de que las negociaciones entre el Gobierno y los sindicatos incluyan la propuesta de alargar la vida de las centrales nucleares.

En este escenario, las negociaciones entre el Gobierno central y los interlocutores sociales se tensó ayer al vincular un posible acuerdo global con el futuro de las centrales nucleares, una opción a la que el Ejecutivo dejó la puerta abierta, pero que los sindicatos rechazaron desde primera hora de la mañana después de publicaciones periodísticas. Es más, fuentes gubernamentales se mostraron encantadas con la hipótesis de que los sindicatos aceptaran una jubilación a los 67 a cambio de Garoña.


- Miguel Sebastián, ministro de Industria, sobre una información periodística: «Entiendo que la extensión de la vida útil que pedirían los sindicatos se referiría al resto de las nucleares»


Los sindicatos mantienen la presión con protestas
Miles de delegados de CC OO y de UGT se encerraron ayer en las sedes provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) de toda España para protestar por la intención del Ejecutivo de elevar la edad de jubilación a los 67 años, ante la que afirman que no cederán. De esta forma, sindicalistas de todas las provincias advirtieron al Ejecutivo de que aceptan negociar una reforma del sistema público de pensiones, pero sin prolongar la edad de jubilación.