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Rajoy: «Nada nos sirve si no hay financiación»

La Razón
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BRUSELAS- «Muchas instituciones públicas españolas ni siquiera pueden financiarse». Con estas palabras llegó ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a Bruselas, donde asistió a la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que tiene que encontrar soluciones urgentes a la crisis de la deuda que acecha a los países periféricos y disipar las fuertes incertidumbres que se ciernen sobre el futuro de la moneda única. Rajoy no citó expresamente las medidas que se barajan –movilizar el Banco Central Europeo o el fondo de rescate– pero resaltó que de esta cita con sus homólogos tiene que salir «alguna decisión» para rebajar el coste de financiación de España en los mercados, que ahora mismo ahoga sus finanzas. «El precio del crédito a España es evidentemente muy caro, y creo que la UE y la Unión Económica y Monetaria tienen que ser conscientes de que esto es así, y de que alguna decisión habrá que adoptar», afirmó.

En este sentido, Rajoy subrayó que cualquier otra medida para más largo plazo «no sirve para nada si no nos podemos financiar». A su juicio, la opción «aún abierta» de utilizar los fondos de rescate europeos para recapitalizar directamente a la banca española «es una posibilidad que tiene sus ventajas e inconvenientes» en el marco de la unión bancaria. De su parte estuvo el presidente francés, François Hollande, quien aseguró que Europa tiene que actuar a favor de los países atacados por los mercados «por solidaridad». «Vengo para dar soluciones muy rápidas para apoyar a los países que tienen más dificultades en los mercados, incluso si ya han hecho esfuerzos considerables para encauzar sus cuentas públicas», afirmó. Pero el jefe del Ejecutivo español también recibió el apoyo del presidente del Eurogrupo y primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, quien aseguró que «es muy importante» tomar decisiones que «permitan reducir el coste de financiación y estabilizar los mercados a corto plazo», en lo que coincidió con su homólogo belga, Elio Di Rupo, quien advirtió que si no se ayuda a los países que están pasando por dificultades «habrá un efecto dominó en toda Europa». Quien además dio pistas sobre la solución fue el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn, que defendió la posibilidad de una compra de bonos españoles por parte del fondo europeo de rescate.

Por el contrario, los responsables sueco y holandés –alineados con la austeridad alemana– se mostraron escépticos a toda medida extraordinaria para España e Italia e insistieron en que la única solución es que sigan haciendo recortes y reformas. «No puede ser que España o Italia frenen las reformas porque reciban una inyección de capital», dijo el holandés Mark Rutte, que añadió que las ayudas son sólo «una palmadita en la espalda».