Hay relevos

La Selección española de fútbol ha alcanzado el mayor de los niveles. Con el tiempo y las generaciones actuales se ha optimizado hasta tal punto la construcción del equipo, que además de poseer futuro, dada la edad de muchos de los actuales internacionales, existe en tiempo inmediato el relevo adecuado para la mayoría de los puestos excepto, por ahora, el lateral izquierdo, en el que, pese a los años, sigue creciendo el ilerdense Joan Capdevila.
Hace muy pocos años las variaciones eran mínimas. Prácticamente nueve de los once eran fijos y los cambios no eran siempre de garantía. Ahora, sí.

Vicente del Bosque ha encontrado en el fútbol nacional variantes múltiples para confeccionar el equipo y, además, cambiar de sistema cuando la ocasión lo requiere.

El temor del partido con Lituania residía en la ausencia de Xavi. Se le echó de menos en algunos momentos, pero se constató que hay alternativas. Para el centro del campo junto a Andrés Iniesta, aunque no haga la misma labor, está Santi Cazorla, quien parece destinado a ser el sustituto de cualquiera de los tenidos como imprescindibles, si las lesiones no vuelven a privarle de sueños internacionales.

Fernando Llorente no era novedad. Lo que requiere más estudio es la aplicación del plan B si este jugador se mantiene en el once titular. Es el recurso al juego aéreo y para ello es necesario que sus compañeros, cuando el tiqui-taca se atasca ante una cerrada defensa adversaria, le envíen balones para que pueda lucir su mayor habilidad. De los tres que recibió en condiciones idóneas, puso el gol en las botas de David Villa y él marcó dos. Pero Fernando Torres aún tiene quien le escriba.