Barcelona
Tavernier desde el ojo del huracán
El director estrena «En el centro de la tormenta», basada en una obra de James Lee Burke
Parece que Bertrand Tavernier está cansado de seguir los patrones del cine norteamericano que un día adoró, y a los que consagró un diccionario, co-escrito con el crítico Jean Pierre Coursodon, que se ha convertido en un clásico de la literatura sobre cine. «No me gusta que haya un personaje con el que el público tenga que identificarse. Tampoco me convence que, por obligación, la trama tenga que resolverse», explica. «Por eso de que la literatura de James Lee Burke me atrae tanto: los personajes son más importantes que la trama».
Prohibida por contrato
Por eso que los productores americanos de «En el centro de la tormenta» se mostraron tan descontentos con la película, cortando quince minutos del montaje que ahora se estrena en España y editándola directamente en DVD en Estados Unidos. Tavernier no dice ni palabra sobre el tema: lo tiene prohibido por contrato. «En el cine clásico los directores luchaban contra las restricciones que el género les imponía, tenían que pasar de contrabando el comentario político, el contexto social de sus historias. Me da la sensación que muchos ‘‘noirs'' modernos hacen lo mismo que en los años treinta y cuarenta. ¿Para qué?», exclama Tavernier. «Ahora somos libres». De esa libertad surge una atmósfera atípica en un género que nació urbano y que ahora permite que el paisaje tome protagonismo: «La naturaleza es un personaje más. Quería que la película fuera muy física, que pudieras oír y oler cada ruido, cada aroma del Estado de Louisiana».
Tommy Lee Jones encarna al detective Dave Robicheaux, el encargado de investigar los vínculos del brutal asesinato de una prostituta con el hallazgo de los huesos de un hombre de raza negra que fue víctima de un linchamiento a principios de los sesenta. «Tommy Lee Jones es el John Gabin del cine americano. Cuando Gabin se montaba en la locomotora de "La bestia humana", sabías que llevaba diez años en ella por el modo en que la tocaba. No le hacía falta ni una línea de diálogo para mostrar las cargas de su pasado. A Tommy le ocurre lo mismo: le basta un gesto para que sepamos que es un hombre herido. Aporta a su personaje una violencia, una ira y una culpa completamente admirables. Es una pena que sea un actor tan subestimado en América», se lamenta Tavernier. «Es un hombre muy educado, muy culto, pero no soporta las preguntas tontas. Si un periodista le hace una, es capaz de levantarse de la silla y marcharse».
Post Katrina
Tavernier se alejó para rodar en Louisiana del barrio francés, tantas veces carne de cine, e incluso incluyó las secuelas devastadoras que había dejado el Katrina y que aún son evidentes. De sus actores (debajo, con Tomy Lee Jones) destaca, además de su trabajo, sus voces, «que son únicas y dotan de musicalidad a la producción».
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