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Bildu se crece y ofrece a PNV y Aralar formar coalición para las generales

Bildu dio a conocer ayer su última estratagema para conseguir representación en las próximas elecciones generales de noviembre: ofrecer a PNV y Aralar la presentación de una candidatura conjunta en el País Vasco y Navarra

Pese a la prohibición del Gobierno vasco, cerca de trescientas personas se concentraron ayer en las escalinatas de la catedral nueva de Vitoria para pedir la libertad de los presos de ETA.
Pese a la prohibición del Gobierno vasco, cerca de trescientas personas se concentraron ayer en las escalinatas de la catedral nueva de Vitoria para pedir la libertad de los presos de ETA.larazon

La idea no es nueva. Ya en 2003 la antigua Batasuna presentó en diciembre de ese año lo que se conoció como «propuesta de Bergara» y en la que ofrecía a los partidos y sectores nacionalistas del País Vasco presentar una candidatura en coalición.

La respuesta de PNV, EA y Aralar fue en esa ocasión negativa, pero en esta, el vicecoordinador de Aralar, Jon Abril, se mostró menos reacio a una posible «acumulación de fuerzas» abertzales y declaró ayer que están abiertos a «escuchar, analizar y ver en que medida puede ser compatible». Por su parte el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, rechazó una posible unión de fuerzas nacionalistas y aseguró que la formación de «determinadas coaliciones o bloques» no son «la fórmula idónea» para presentarse a las próximas elecciones generales.
También aclaró el líder jeltzale que, a pesar de sentirse «molesto» por conocer la noticia a través de los medios de comunicación, están dispuestos a reunirse con el partido abertzale para comunicarles su decisión final.

Gestos «sectarios»

Mientras Bildu persiste en buscar apoyos dentro del País Vasco para dar un paso más en su estrategia de expansión, la polémica en torno a las actuaciones del partido y del diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano, continúa extendiéndose. Después de que el representante de la coalición abertzale aprovechase su presencia en las fiestas de San Ignacio en Guipúzcoa para defender a los presos etarras y pedir el final de la dispersión en las cárceles, y de invitar a los familiares de los encarcelados de la banda terrorista a las fiestas de Vitoria, el Gobierno le ha advertido de que esta actitud «traerá consecuencias».

El ministro de la Presidencia, Ramón Jauregui considera que los últimos gestos de Garitano son «sectarios y partidistas» y no dudó en mostrar su rechazo con un lacónico «no me gustan». Pero según el ministro, hay algo todavía peor que sus acciones de los últimos días: «Defender a los presos de ETA sin condenar la violencia», tal y como aseguró en una entrevista concedida a Ep.

Por su parte, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, desveló algunas ideas clave de cómo será su política antiterrorista si ganase las elecciones del próximo 20-N, asegurando que apoyará a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para que su actuación fuese «lo más eficaz posible» e insistió de nuevo en «no negociar políticamente con ETA».

Mientras, en medio del debate de la posible derogación de la «Doctrina Parot» por parte del Tribunal Constitucional, Mariano Rajoy aseguró estar completamente «a favor» y mostró su negativa a una posible modificación de dicha doctrina el próximo otoño.