La marcha negra se tiñe de sangre

MADRID- Según se acerca la «marcha negra» a la capital, «la guerra» del carbón adopta un cariz más violento. Ayer, una mujer y una niña resultaron heridas en la cara durante un nuevo episodio hostil protagonizado por los mineros contra la Guardia Civil. La mujer sufrió varios cortes en el rostro al impactar un cohete contra su ventana, mientras que la menor estaba asomada al balcón y una pelota de goma alcanzó su cara. El delegado del Gobierno del Principado, Gabino de Lorenzo, hizo un llamamiento a la calma para que los mineros frenen la escalada de violencia: «Deben conducir su protesta por cauces pacíficos».

Por el contario, este mensaje enviado por el Ejecutivo no fue atendido por los trabajadores del carbón, que continuaron sus enfrenta-mientos con la Guardia Civil. De esta forma, durante la tarde de ayer se produjo la detención de seis piquetes mineros por herir a dos miembros del cuerpo y provocar disturbios. El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, aseguró por otro lado que cerca de 60 agentes han resultado heridos desde el inicio de las protestas del carbón.

Hasta este momento, todas las localidades en las que ha efectuado parada la «marcha negra» habían prestado sus instalaciones deportivas para que los mineros se hospedaran. Sin embargo, el problema real se plantea el lunes cuando los mineros lleguen a Madrid. Éstos no han recibido facilidades ni por parte del Ayuntamiento de la capital ni el de Pozuelo que no les han otorgado ningún espacio público para pernoctar. Los mineros, sin embargo, unirán sus dos marchas (la del norte y la de Aragón) en Ciudad Universitaria para caminar juntos y manifestarse hasta llegar a la Puerta del Sol. Respecto a ésto, la delegada del Gobierno en Madrid ,Cristina Cifuentes, señaló que los mineros podrán manifestarse el martes pero en ningún caso podrán acampar «ilegalmente» en Sol. La marcha minera finalizará el próximo miércoles con una concentración frente al Ministerio de Industria. El titular de esta administración, José Manuel Soria, mantiene firme al posición del Gobierno y los consiguientes recortes en la minería del carbón derivados de la escasa aportación energética en relación con las ingentes subvenciones que recibe. Así, las negociaciones entre sindicatos y Gobierno del pasado lunes no fructificaron. Parece que ninguno quiere ceder.

La minería ha sido tradicionalmente un sector aguerrido y batallador, como demostró en 1974 en Reino Unido. Entonces, fueron una de las razones para la caída del Gobierno conservador presidido por Edward Heath. Por esto, en 1984 intentaron repetir la gesta y presentaron una larga batalla (que perdieron) a la «dama de hierro», Margaret Thatcher. Sin embargo, hoy la importancia del carbón es otra. Los tiempos han cambiado y el conflicto debe solucionarse de manera pacífica lo antes posible.