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Entra en vigor el polémico nuevo acuerdo agrícola entre la UE y Marruecos

La Unión Europea (UE) y Marruecos aplican desde hoy un nuevo protocolo agrícola, que liberaliza el comercio agroalimentario mutuo, muy conocido y criticado en España por las concesiones a las importaciones de frutas y hortalizas, como el tomate, del país magrebí.

El convenio, pactado por europeos y marroquíes hace cerca de tres años (en noviembre de 2009), entra en vigor tras una larga y controvertida tramitación en las instituciones de la UE, durante la cual se han oído muy alto las quejas de los agricultores españoles que se ven más amenazados, de zonas como Andalucía, Murcia, la Comunidad Valenciana o Canarias.

La agricultura es además uno de los sectores económicos de relevancia en las relaciones bilaterales entre España y Marruecos, que este miércoles intentarán reforzar ambos países en una cumbre en Rabat.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y siete ministros, entre ellos el titular de Agricultura, Miguel Arias Cañete, asistirán a dicha reunión de alto nivel, la primera de estas características que se celebra en cuatro años.

Las fuertes inundaciones en el sureste español han desplazado tal vez de la actualidad mediática agrícola la entrada en vigor del protocolo.

Pero las asociaciones españolas que representan a los exportadores hortofrutícolas (Fepex) y las organizaciones agrarias han advertido del impacto que puede tener el nuevo acuerdo con el país norteafricano.

En concreto entra en vigor un nuevo "protocolo"agrícola del Acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos.

Entre las concesiones europeas a los productos marroquíes, las más polémicas son los incrementos de cuotas de frutas y verduras que ese país podrá vender con un trato ventajoso a la UE.

En el caso del tomate, el cupo que podrá ser importado con aranceles bajos parte de las 233.000 toneladas actuales a las 285.000 toneladas, progresivamente en unas cuatro campañas.

También se acrecientan los contingentes de importación con trato preferente para productos como fresas, los calabacines, los pepinos, el ajo y las clementinas.

En general, la UE abre por completo su mercado de inmediato al 55% de los envíos marroquíes; la mejora en las cesiones hortofrutícolas supone un 80 de las importaciones de ese país a los mercados comunitarios.

En contrapartida, Rabat liberalizará inmediatamente el 45% de las importaciones agrarias europeas y tras un período transitorio, el valor de esa apertura comercial pasará al 70% en diez años.

El acuerdo ofrece ventajas para los europeos sobre todo en productos transformados, pues en diez años Rabat liberalizará las importaciones, incluso de transformados de pescado (excepto para pastas, almendras dulces o concentrado de tomate).

Quedará también completamente abierto el acceso a Marruecos de la mayoría de productos lácteos comunitarios, oleaginosas y cereales, propios de la agricultura del centro y norte de la UE.

España es el segundo exportador a Marruecos tras Francia, y si se habla de las ventas exteriores españolas a África, ese país magrebí es el principal destino.

La ratificación del nuevo protocolo agrícola fue difícil y los productores españoles encontraron aliados en el Parlamento Europeo (PE), que por primera vez tuvo poder de decisión sobre esta clase de acuerdo y especialmente entre el ponente de la Eurocámara sobre este asunto, el francés José Bové (Los Verdes), conocido líder antiglobalización.

Esto provocó cierto atraso en la aprobación del protocolo pero finalmente la Eurocámara dio su visto bueno.

En julio, la UE aprobó cambios legales en la regulación del sistema de los llamados "precios de entrada"que en general gravan las importaciones de fruta y verdura, para garantizar que se venden a una cotización mínima en el mercado europeo.

Las organizaciones del sector hortofrutícola han denunciado insistentemente que la burla de ese sistema ha provocado la inundación del mercado europeo de frutas y verduras marroquíes, que coinciden en el calendario de exportación con las de Almería, Murcia o Canarias.