Les tienen manía

El otro día escuché a un profesor diciendo que la administración de turno les tenía manía. Vaya, eso sí que no me lo esperaba yo de un docente. Cuando yo llegaba a casa con semejante retahíla sólo servía para sentenciar mi mala aplicación en los estudios. No creo que los profesores –salvo las excepciones de siempre, como en todos las profesiones– se quejen por trabajar dos, tres o cuatro horas más, igual que no se quejan cuando disfrutan de un periodo vacacional más extenso que el del resto, incluidos puentes, viaductos y fiestas de guardar. Tengo en la más alta consideración a los profesores, y tienen razón cuando dicen que los recortes no deberían hacerse en educación, como tampoco en sanidad, y ahí están. Deberían haberle pedido explicaciones al ministro Gabilondo, aprovechando el «colegueo» mostrado, de por qué su Gobierno sigue dando subvenciones, en plena recesión, a federaciones sociales afines, organizaciones sindicales o a cocineros famosos que anuncian el cierre de su restaurante para dedicarse a la investigación con la ayuda de una subvención de cientos de miles de euros. ¡Con lo bien que hubiera ido todo ello a educación o a sanidad! Imagino que los sindicatos tampoco les han explicado nada, andan preocupados en asuntos propios. Una pena, como el nivel de sus estudiantes, uno de los más bajos de toda Europa. Porque supongo que en esa pésima cualificación, registrada antes de los supuestos recortes, algo tendrán que ver los profesores. Me gustaría estar en clase cuando les expliquen a sus alumnos toda esta historia y cómo su derecho a huelga prevalece sobre el derecho a la educación.