Rusia

Una edición sobre ruedas

La 48 edición del Festival de Cine de Gijón se está celebrando con una buena entrada de público, lo que equivale a decir que es un éxito, porque a eso se une la calidad general, yo diría que para un notable alto, y que demuestra el buen criterio de selección que ha existido por parte de la organización

Nicola Lezáic, ayer, en Gijón
Nicola Lezáic, ayer, en Gijónlarazon

Un ejemplo de ello es la rusa «How I Ended This Summer», escrita y dirigida por Alexei Popgrebsky, cuyo enorme interés radica precisamente en su sencillez. La acción se desarrolla en una estación meteorológica de medición de radiactividad en el Círculo Polar Ártico.

Dos hombres, uno experimentado y mayor; otro, joven e inexperto, se enfrentan al frío y la soledad. Su relación rápidamente atrapa al espectador, aunque la trama dará un repentino giro cuando se produzca una noticia que desencadenará una tragedia y la violencia. Lástima de verdad que sea una película estupenda que nazca y muera en un festival, porque es estimable.

La contrapartida (puesto que no todos los días se puede acertar) la puso «Tilva Rosh», primera cinta después de haber rodado tres cortos, de Nicola Lezáic, que, además, lo ha escrito y montado sin tener demasiada experiencia para ello, y se nota. No es lo mismo rodar un cortometraje que un largo. Preferible que consuma sus energías en otras cosas por que el cine saldrá beneficiado.

Sólo tres mil euros

El cine argentino fue protagonista también con un filme de bajo presupuesto y buenos resultados, «Los labios», que firman Ivan Fund y Santiago Loza, un homenaje a la fortaleza de espíritu de las mujeres, cuyo coste no llega a 3.000 euros. Los directores escribieron el guión sobre las experiencias de una amiga asistente social, aunque le dieron un giro de ficción y han tenido que esperar dos años para filmarla.