Estreno

«El sexo es exagerado en nuestro cine»

Con su primera película resuelve unas cuantas sospechas: ha visto tanto cine como parecía, no renuncia al apellido Trueba pero transita otros caminos y, además, que la generación Facebook aún disfruta con el papel impreso.

Jonás Trueba
Jonás Truebalarazon

-Los departamentos de marketing aseguran que un buen título vende entradas. Su filme no es comercial, pero su título tiene gancho. ¿Fue anterior a la idea del filme?
-No, el título apareció al final. Barajábamos varios, todos muy raros, y un amigo escritor me sugirió esa frase que dice el narrador en la película. No hay interés publicitario.

-La cinta parece un relato generacional, pero su mismo rodaje ya tiene algo de reivindicación, pues hay pocos directores de la generación de los 80 en el cine español.

-Vamos llegando. Está Mar Coll («Tres días con la familia»), Oliver Laxe («Todos vós sodes capitáns», premio Fipresci en Cannes) y los que se nos unirán. En cuanto a lo de generacional, tampoco lo pretendía porque me parece algo exagerado. He hecho un retrato de mi ambiente, de lo que conozco.

-Da la impresión de que su película mira más hacia fuera, a Francia, que hacia nuestro cine. ..

-Sí y no. Es una película muy madrileña con muchas referencias de aquí, como Baroja, que ya estuvo presente en la escritura por la división en capítulos, casi novelesca. Respecto a lo francés, da la impresión de que se hubieran apropiado de ciertos recursos: parece que uno no pudiera poner a dos personajes caminando por un parque. Como si en Madrid nadie lo hiciera...

-Pero renuncia a algo tan español como las escenas de sexo...

-Las escenas de sexo en el cine español se hacen de manera desorbitada, parece que se lo come todo. Quería hacer algo más bien sensual, de piel. Cuando en el cine se hace bien el sexo es porque tiene importancia para la historia, y no es el caso.

-El apellido, ¿le pesa o le ha abierto puertas?

-No lo sé. He intentado mantener una independencia de mi familia, pero sin renegar de ella. Entiendo que, de principio, genere más sospecha que otra cosa, pero espero que la película se maneje sola.

-Su cine, ¿está más cerca de su padre o de su tío David?

-No he reflexionado sobre eso. Me hace gracia que haya gente que vea en esta película cosas de «Ópera prima» –la primera cinta de su padre– porque a mí no se me hubiera ocurrido: ambas retratan a un grupo de gente de la misma edad por calles cercanas en Madrid, aunque con treinta años de diferencia. No lo he buscado, pero me gusta.

-¿Opina como el personaje de Bárbara Lennie , que evolucionar implica cometer infidelidades?

-Supongo que sí. No tengo una idea clara de nada en esta vida, por eso he hecho la película. Con ella trato de resolver algunas incertidumbres más que defender una tesis .