Ceuta
Sin pateras a la vista
Ahora, el 70% de los inmigrantes de los centros de internamiento son ex presidiarios a la espera de repatriación.
Madrid- España ha dejado de ser uno de los destinos favoritos de los inmigrantes, que ya no arriesgan en busca de una vida mejor que no está garantizada por la coyuntura económica. Mientras que en el año 2006, en plena avalancha de cayucos a Canarias, a estas alturas de verano ya habían arribado en embarcaciones miles de foráneos, hoy la presencia de pateras es casi testimonial. Desde el 1 de enero de 2010 hasta el 15 de julio pasado, sólo han desembarcado en las costas una treintena de pateras con no más de 400 inmigrantes a bordo, según el cómputo obtenido de las informaciones difundidas por las subdelegaciones del Gobierno a los medios de comunicación. Granada, Almería, Cádiz, Alicante, Murcia y Lanzarote han sido los principales puntos de llegada. Las transitadas rutas que partían desde Senegal o países del África subsahariana hace cuatro años y que tenían como destino Canarias ya han caído en desuso. De hecho, en los seis primeros meses de 2010 sólo han llegado seis embarcaciones de inmigrantes sin documentación en regla, según los datos de Interior.Los expertos atribuyen a la crisis el frenazo en las llegadas, aunque Lorenzo Nebreda, portavoz de la Confederación Española de Policía (CEP), el sindicato mayoritario, cree que hay otras razones que lo explican. «La reducción de llegadas tiene que ver también con un cambio en la política migratoria del Gobierno, que ha pasado del "papeles para todos"de Caldera a la puesta en práctica de medidas más duras contempladas en la última reforma de la Ley de Extranjería», explica. Los cambios aplicados por el Gobierno «son consecuencia de la presión que ha ejercido Europa, que se dio cuenta de que la inmigración que entraba por España podía convertirse en un problema para toda la UE», añade. El efecto péndulo se siente con fuerza. De ser el país de la UE en que más rápido ha crecido el número de llegadas de foráneos en los últimos años (se ha multiplicado por ocho en la última década) pasamos a estar a la cabeza de Europa por todo lo contrario. Las llegadas han caído un 43%, según los últimos datos de los que dispone la OCDE.La estadística es el mejor chivato. Si en 2007, en pleno «boom» migratorio, llegaron a España 682.000 inmigrantes, en 2008 la cifra se situó en los 391.000, un descenso de 290.400 personas. Y a partir de ahí las cifras han ido menguando progresivamente.Por detrás de España, a la cabeza en la caída de llegadas se encuentra República Checa (-27%), Italia (-26%) e Irlanda (-24%). No obstante, en el conjunto de los 30 países de la OCDE el descenso del flujo migratorio fue del 7%.Cifras más recientes del último balance del Ministerio del Interior, que recogen datos de 2009, dejan constancia de que los inmigrantes que llegaron a España sin la documentación necesaria bajó en Canarias un 75,5% y un 45,7% de media en toda la Península y Baleares. En Ceuta y Melilla un 8,4%, aunque en la península y Baleares aumentó un 18,5% en 2009, después de años anteriores en los que se registró una caída en picado de llegadas tras ponerse de moda las rutas a Canarias.Los últimos datos de Interior del primer semestre de 2010 también constatan un descenso del 42% en el cruce ilegal de fronteras. Y es que las cosas no van bien para los que ya están aquí. El comisario europeo de Empleo, Laszlo Andor, aseguraba hace unos días que la crisis ha sido dura para este colectivo, porque «estaba sobrerrepresentado en sectores que han sentido especialmente la coyuntura económica, como la construcción». En el último año, las repatriaciones también han descendido un 18% y hasta los centros de internamiento están más vacíos. El 70% de sus ocupantes son ex presidiarios que han cumplido condena y aguardan turno para ser repatriados.
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