Pesca

Greenpeace detiene un pesquero español que utilizaba redes de arrastre

La organización ecologista Greenpeace anunció hoy que, como parte de su campaña internacional para exigir una pesca sostenible, detuvo en aguas del Atlántico nororiental a una embarcación que utilizaba redes de arrastre.

El pesquero, un arrastrero español de nombre Muxia, tuvo que levantar las redes vacías, después de que, desde el Arctic Sunrise de Greenpeace, colocaran elementos flotantes en los cables para evitar que se sumergieran.

En la nota de prensa que da cuenta de este operativo, Greenpeace relata que sus colaboradores "interfirieron en la pesca justo cuando había empezado"y que los pescadores se vieron obligados a interrumpir su actividad.

La asociación ecologista demanda una reforma de la Política Pesquera Común (PCC), aún en debate, que ponga fin a las pesquerías más destructivas para el ecosistema, como la de arrastre de profundidad, dicen.

Y al recién elegido nuevo gobierno español, le pide una "reducción de la sobrecapacidad pesquera"en España y la defensa de la pesca artesanal como futuro del sector.

Según Greenpeace, la pesca de arrastre, por la que una red de lastre recoge todo lo que encuentra en el fondo del mar, se practica desde los 400 hasta los más de 1.500 metros de hondura, donde nadie puede ser testigo del daño provocado.

Los arrastreros, apuntan los ecologistas, faenan cada vez a mayor profundidad ya que las especies más cercanas a la superficie están desapareciendo por la sobrepesca.

La pesca de arrastre, aunque no esta totalmente prohibida en el entorno de la UE, debe cumplir con restricciones de profundidad, control de especies capturadas y evitar fondos marinos protegidos.

Con esta última acción, el buque Arctic Sunrise de Greenpeace finaliza la gira que empezó por el Atlántico noreste el pasado mes de octubre para reivindicar el fin de la sobrepesca y un cambio en la gestión de las pesquerías.