Rajoy pedirá hoy a Merkel y a Sarkozy apoyo para la financiación de España

MARSELLA- «Hay sólo dos opciones: quedarte fuera del euro y aceptar un empobrecimiento del 50 por ciento o avanzar por el camino del ajuste presupuestario y de no gastar aquello que no tienes. Y esto último es lo mejor para España», aseguraban ayer tarde en el entorno de Rajoy.

Por tanto, en esta cumbre del PPE, ante cuyo plenario intervendrá a las tres y media de la tarde, lo que toca es colocarse en la primera línea de salida con el eje franco-alemán, sin ningún «pero» formal a la letra del acuerdo. Rajoy cree que España tiene que estar al lado del núcleo que toma las decisiones desde el primer momento por interés a medio plazo y a corto también, ya que necesitamos la estabilidad y la calma en los mercados que traería una cumbre europea que termine bien. Ésta es la letra que entonó ayer ante el secretario del Tesoro norteamericano y la que volverá a recitar hoy en sus reuniones bilaterales con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el presidente francés, Nicolas Sarkozy. El terreno lo traía ya abonado por las gestiones previas que desde su Gabinete, de la mano de Jorge Moragas, se han venido realizando en los últimos días.

Fuentes solventes confirmaron ayer a este periódico que el cierre de filas oficial con París y Berlín no quiere decir un «sí» a todo. La diplomacia juega así, y en privado ya se ha sembrado el mensaje que hoy repetirá Rajoy en sus bilaterales a puerta cerrada con Merkel y Sarkozy: habrá una petición expresa de apoyo para la financiación de España a cambio de que volvamos a ser un socio cumplidor y nos ajustemos a las reglas. Nosotros cumplimos, pero queremos solidaridad y convergencia. El mecanismo más sencillo de apoyo a nuestras necesidades financieras sería la compra de deuda soberana por parte del Banco Central Europeo (BCE) cuando sea necesario. De hecho, Rajoy ha defendido los eurobonos y un fortalecimiento del BCE, dos cuestiones que expresamente ha aparcado del debate público en cuanto se conoció el texto del pacto franco-alemán. Es verdad que en éste se reconoce la independencia del BCE, pero es un puro formalismo porque en la práctica todas las intervenciones se producen bajo recomendación de los dos grandes.

Según fuentes próximas a Rajoy, en estos momentos a favor de España juega el hecho de que Francia y Alemania no pueden tirar del carro europeo ellos dos solos, «sino que necesitan a algún otro grande». «Italia está como está, y el Reino Unido juega su propia liga…; queda España, ya no hay más», explican. El líder del PP explicará a los que hoy toman las decisiones su programa de reformas, su plan de ajuste del gasto público y su decisión de dar un impulso a la reforma del sistema financiero para animar el crédito. También les garantizará que aprobará medidas para impulsar nuestra competitividad.

 Hoy recibirá el apoyo del PPE en su estreno europeo con una agenda que ya sólo por el orden del día es un éxito si se compara con los precedentes de la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero. Por la mañana, se reunirá con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; a continuación, con el primer ministro polaco, Donald Tusk y, ya a mediodía, tendrán lugar los citados encuentros bilaterales con Merkel y Sarkozy.