Sorteos y derbi

El sorteo de las eliminatorias de Liga de Campeones y Liga Europa han venido a perturbar el orden establecido en referencia a la competición doméstica. Los rivales de los equipos españoles, las reacciones de los diversos implicados, la categoría de los diferentes adversarios, el morbo madridista por vengarse del Olympique de Lyon, el del Barcelona por ver de nuevo en el Camp Nou a Cesc Fábregas, el hijo pródigo a quien tanto se añora como demostraron Puyol y Piqué en las celebraciones del Mundial, y la no menos interesante vuelta de Raúl al fútbol español, por su presencia en Mestalla con el Schalke 04, nos han impedido seguir viendo la jornada liguera, la última de 2010, con la emoción que ha de proporcionar nada menos que el partido Espanyol-Barcelona.

Los sorteos continentales dan para la primera caña. El derbi barcelonés, para almuerzo, café, copa y puro. Los partidos europeos están fechados para febrero y marzo. Tiempo por venir. De aquí a entonces todos los pronósticos de ahora pueden ser agua de cerrajas.

Lo de esta noche acucia más. A los españolistas, porque ganar a los azulgrana, independientemente de la clasificación final liguera, compensa por toda la temporada. Si, además, como ha sucedido alguna vez, ganarle tiene como consecuencia la pérdida del campeonato, la felicidad entre la parroquia perica es total.

El Espanyol de Pochettino sabe muy bien que juega con el calor de los suyos y el deseo indisimulado de los muchos madridistas que en el mundo son. Para el Real Madrid, el triunfo de los pericos le daría la oportunidad de regresar al liderato a final de año. Claro que al Madrid le aguarda la visita del Sevilla al Santiago Bernabéu, que no va a ser pan comido. Lo del Lyon queda demasiado lejos. Ganar hoy en el estadio de Cornellá y mañana en el Bernabéu tiene más emociones que lo sucedido ayer en Nyon.