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Alfonso Novo / concejal de patrimonio circulación y transporte: «Si no hacemos un esfuerzo habrá despidos»

Alfonso Novo / concejal de patrimonio circulación y transporte: «Si no hacemos un esfuerzo habrá despidos»
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Valencia-Comienza el montaje de carpas. 400 calles afectadas ¿Han previsto algún dispositivo especial para evitar el caos circulatorio en el caso de que se volvieran a dar manifestaciones como las de la Primavera Valenciana?
- Ya tenemos un dispositivo especial en Fallas. Lo que sí le quiero decir es que otros años ha habido protestas, pero siempre desde el respeto. Las críticas contra las Falleras Mayores carecen de contenido. Es protestar porque sí, y no son formas.

-Los vecinos reclaman la nueva plaza del Mercado Central, ¿les puede dar una fecha?
-A mí me gustaría que esa obra estuviera ya lista, pero la Línea 2 del Metro es responsabilidad de la Generalitat. La estación parece que queda un poco pendiente, pero el aparcamiento está avanzado. La intención de la Conselleria es que la estructura esté finalizada en julio o agosto.

-Pero ya lleva retraso.
-Sí, algo de retraso, pero si todo va bien, habrá «parking» público debajo del Mercado Central a finales de este año o principios del próximo.

-El servicio de alquiler de bicicletas ha sido un éxito, pero falta carril bici, el precio del abono se encarece y la Policía Local impone un millar de multas al mes a los ciclistas ¿no es paradójico que se ponga en marcha un servicio y se deje a medias?
-¿Por qué cree eso?

-Porque el plan tiene fallos.
-Hace cuatro años había menos de 10.000 desplazamientos al día, hoy superan los 90.000. Los conductores deben asumir que el coche ya no es el rey de la calzada.

-Pero mientras se acostumbran, el ciclista se sigue sintiendo vulnerable.
-¿Y cuál es la alternativa? No podemos poner carril bici en todas las calles, pero le aseguro que todos los barrios están conectados entre sí por uno. Estamos trabajando para que el ciclista se sienta cada vez más seguro, pero el momento económico es el que es.

-¿También han paralizado la creación de nuevas Zonas Naranja?
-Está funcionando muy bien, tanto que ha logrado reducir el tráfico de paso en el centro histórico en un 25 por ciento. Ahora estudiamos ampliarla al barrio de Russafa, pero no hay aún ningún plan definido.

-¿Y en cuanto la Zona Azul?
-Estamos viendo la posibilidad de implantarla en el entorno del nuevo hospital La Fe. Pero será algo que decidamos entre el Ayuntamiento y la dirección del centro.

-Le han pedido al Gobierno central que derogue el Decreto aprobado por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero y que paralizaba las intervenciones en el barrio del Cabanyal. Al parecer, se trata de algo inminente, ¿cuál será la primera actuación?
-Hay algunas, menos complicadas, que se podrían llevar a cabo en el mismo momento en el que se anule el Decreto. Se trata de obras para ordenar el tráfico en la zona del polideportivo. Se dejará la zona ajardinada en el centro, los dos viales… Asimismo, está prevista otra actuación en el Bulevar de San Pedro, donde está planeada una planta viaria. De momento, se desiste de hacer el aparcamiento porque, lógicamente, cerca de éste está el del mercado del Cabanyal.

-¿Qué hace su Departamento para ajustarse a la austeridad exigida?
-Tenemos que hacer recortes, pero preservando los servicios fundamentales para el ciudadano, tal y como insiste una y otra vez la alcaldesa Rita Barberá. Estamos ajustando las contratas, el funcionamiento de la sala de control de tráfico, la señalización... En cuanto al transporte público, queremos llegar a un consenso con el Comité de Empresa de la EMT, pero debemos ser conscientes que es necesario un esfuerzo para reconducir esa situación al presupuesto que tenemos. Los esfuerzos serán en algún caso de carácter temporal, y en otros, permanente. Si no hacemos ese esfuerzo, habrá que plantearse otras medidas que todos queremos evitar, como es la pérdida de empleos.

-¿Cree que habrá huelga de la EMT durante la semana fallera?
-Los últimos seis años, si no en todas, en la mayoría ha habido paros. En principio, parece que no, pero no estoy seguro.

-¿Y en cuanto a dejar sin servicio a los municipios del área metropolitana?
-Cuando todo iba bien, no se planteaba esa posibilidad, pero la situación no es la misma. Los vecinos de Valencia no entenderían pagar por lo que disfrutan otros. No es un servicio que debamos prestar nosotros.

-¿Le disgusta la imagen que se da de Valencia cuando se la relaciona con casos de corrupción como el de Emarsa o Nóos?
-Es lamentable, pero estos casos están teniendo una dimensión, políticamente intencionada, que está por encima de la realidad. Hay quien aprovecha la situación para sacar provecho político y generar mala imagen de la ciudad. Y Valencia ha sido y es, imagen de muchas cosas positivas.

-¿Cree que el Gobierno local es, si no culpable, sí responsable?
-El caso Emarsa nos pilló absolutamente por sorpresa. No sé cómo funcionaba el aparato de control, pero existía un Consejo de Administración en el que no sólo estaba representado el Partido Popular, sino muchos Ayuntamientos de distinto color político. Y que a ese Consejo de Administración se le escape esto, cuando se está hablando de millones de euros…. La responsabilidad es, primero, de quien lo hace, y segundo, de quien lo está controlando ¿Hacían falta más mecanismos de control? No sé. Posiblemente. Y si no se hicieron en ese momento, hay que solucionarlo.

De cerca
Se siente incómodo hablando de su sueldo - «congelado desde hace años»- pero admite que ha tenido que hacer sacrificios por la crisis. Y no le da más importancia. «La Administración debe dar ejemplo», zanja. La semana pasada la alcaldesa llevó a cabo la primera remodelación de su Gobierno en 20 años. A él le dejó como estaba. «Algunos lo interpretaron en clave sucesoria. Como que ésta es su última legislatura», le pregunto. «No tengo ni idea». Asegura que la ve con la misma fuerza que hace quince años. «Si estuviera de bajada, se le notaría, y yo no le noto nada. Pero faltan tres años y medio».