Caso Manos Limpias

La Audiencia deja en libertad a la abogada de etarras Zulueta

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha enmendado la plana al juez Fernando Grande-Marlaska al acordar ayer la libertad de la abogada de presos de ETA Arantza Zulueta, en prisión desde el pasado 13 de julio por orden del magistrado tras hallarse en su vivienda un «pendrive» con supuesta información sobre zulos etarras que habría sido borrada.

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La letrada fue encarcelada en abril de 2010 acusada de formar parte de «Alboka», el colectivo presuntamente encargado del control de los presos etarras. No obstante, el pasado 2 de diciembre la Sala la dejó en libertad bajo fianza de 60.000 euros. Ahora, el tribunal –integrado por los magistrados Alfonso Guevara, Clara Bayarri y Ángeles Barreiro– considera que el delito por el que está imputada (integración en organización terrorista) no ha variado y que, en todo caso, durante el tiempo que estuvo en libertad Zulueta no ha reincidido en su supuesta conducta delictiva «en apoyo de la organización terrorista».

Además, la Sala mantiene que no existe riesgo de entorpecer el desarrollo de la investigación ni tampoco de que se dé a la fuga dado su «arraigo social y laboral».
En su resolución, los magistrados aseguran que «sin perjuicio de apreciar cumplidamente el ahínco del instructor», los indicios contra ella únicamente corroboran, a lo sumo, el delito que ya se le imputaba con anterioridad.

El juez Marlaska, recuerdan los magistrados, atribuye a la abogada «un papel en el aparato de extorsión así como también en el militar o de logística» de ETA, en los que uno de sus cometidos sería, según el instructor, «realizar informes sobre el edificio de la Audiencia Nacional para facilitar la comisión de un atentado».


Zulueta: Su alegato de «paz»
Zulueta tuvo su última aparición en la Audiencia Nacional apenas una semana antes de su detención. El pasado 7 de julio presentó su informe final en el juicio del «caso Bateragune» como abogada de una de las acusadas. Durante su alocución, pidió al tribunal que no «entorpeciera» las «oportunidades» existentes para «resolver el conflicto en términos estrictamente políticos».