«Fabiola se puso el mundo por montera»

-Escribe una biografía sobre Fabiola de Bélgica, una de las reinas más mediáticas... ¿Queda algo por saber?
-¡Uy! Muchas cosas. Por ejemplo que era una mujer muy moderna y adelantada a su tiempo. Se puso el mundo por montera e hizo lo que quiso.

-Sorpréndame... ¿por ejemplo?
-¿Sabe usted que, a los 24 años, compuso un vals que registró en la SGAE con el seudónimo de Cleopatra?, ¿y que tres años después publicó un libro: «Los doce cuentos maravillosos»?

-Siga, por favor, porque empiezo a pensar que era una gran desconocida...
-En los 50, se independizó y se fue de la casa familiar. Por esa época también se hizo una operación de cirugía estética para arreglarse la nariz.

-Y llegó a su vida Balduino...
-Sí, le conoció en una fiesta que organizó la reina Victoria Eugenia. El objetivo es que su nieta, la Infanta Pilar, le conociese...

-... Pero conoció y se interesó por Fabiola.
-A Balduino le costó mucho que Fabiola le diera el «sí». Se le caía el mundo encima: vivir en Bélgica, no tenía sangre azul, pero finalmente, y por amor, aceptó ese cambio tan radical en su vida.

-Su boda fue la primera que se retransmitió por televisión.
-Sí, supuso la explosión de las revistas del corazón, de crónica social. Pero ella es muy discreta, no quería generar noticias más allá de su deber como Reina.

-Su llegada a palacio también fue una revolución.
-Rompió esquemas: lo primero que hizo fue montar una oficina de asistencia social y se desprendió de muchos de los regalos de boda para donarlos a obras sociales. Tiene una vida espiritual muy intensa con sólidas creencias católicas.

-¿Su historia de amor con Balduino fue tan pluscuamperfecta como parece?
-Sí, absolutamente. Ambos compartían sus profundas convicciones cristianas y morales así como su deseo de servir al pueblo.

-En Bélgica sigue siendo muy querida...
-Le tienen veneración. Sabe que su sola presencia es importantísima para su pueblo.

-Una mujer muy espiritual pero también con un gran sentido del humor.
-Sí, cuando le amenazó un perturbado mental con liquidarla con una ballesta, en su primera salida pública, en el tradicional desfile del 21 de julio, sacó una manzana de su bolso y se la enseñó a los que estaban allí. Es una mujer valiente.