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No es por casualidad por Gustavo Cueva

La Razón
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No me sorprende que Samuel Aranda haya logrado el World Press Photo por su maravilloso trabajo. Su fotografía responde a la mejor tradición fotoperiodística. Lo más importante de esta instantánea es su profundo contenido humano. A mí me transmite una honda compasión por parte de la mujer que sostiene, completamente tapada, a un hombre que no sabemos si está herido o moribundo. Es casi un icono y me recuerda al descendimiento de la virgen. Quien la contemple podrá ver la compasión de una mujer a la que no se le ve ni un sólo gesto, ya que está completamente tapada.

Con el World Press Photo, Samuel Aranda obtiene el mayor premio al que puede aspirar un fotógrafo, ya que es el certamen de periodismo gráfico del mundo, que tiene una transcendencia enorme. Es muy difícil ganar este galardón, se presentan casi seis mil fotografías, las más destacadas del año, las que tienen más valor, por lo que el mérito de Aranda es enorme y viene a certificar el extraordinario momento de la fotografía en España a pesar de que las circunstancias económicas estén en nuestra contra, trabajando en muchas ocasiones en precario.

Por mi experiencia sé que Samuel Aranda no tuvo tiempo para pensar, por lo que cabe alabar su capacidad de reacción, su habilidad con la cámara, cómo dispara adecuadamente, a la velocidad y exposición pertinentes. Pero, sin duda, también juega un papel fundamental el talento. La composición, el encuadre, obtener el mejor ángulo, recoger la esencia de ese momento, saber seleccionar la fotografía más impactante... Estas virtudes no te las enseñan en ninguna escuela y Aranda las tiene. Evidentemente también existe el factor de la suerte, pero esta fotografía no está hecha por casualidad, porque su autor ha sabido aprovechar ese momento único que ha plasmado en una instantánea para la historia.

 

Gustavo Cueva
Ganador del premio World Press Photo 2011