Cataluña

Marear la perdiz por César Alcalá

La Razón
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Mientras Obama repite como presidente de los Estados Unidos, aquí las cosas parece que empiezan a normalizarse. Al menos esto es lo que se desprende de las encuestas aparecidas en diferentes medios de comunicación. Es significativo que, no hace mucho, un 53% de la población votaría independencia y ahora sólo lo haría un 46%.
El motivo es claro a mi entender. Salir del euro y de la UE no le interesa a nadie. Esta cruda realidad está por encima de quimeras. También es significativo que CiU no aumente en intención de voto como algunos habían apuntado. Las encuestas no le dan la mayoría absoluta y esto, para Mas, es un fracaso. Por eso están rehaciendo su discurso y han empezado a hacer variaciones dialécticas sobre el futuro de Cataluña.
La independencia sólo la quiere ERC. Por su parte, CiU explica que no se quiere separar de España. Ahora quieren seguir como antes, pero con ligeros retoques. Es decir, como que sus encuestas internas no aportan los datos deseados, han puesto el freno de mano en sus baldías aspiraciones. En resumen, han mareado la perdiz y han cabreado a media España para nada.
Dentro de toda esta confusión ideológica me quedo con la conclusión de Juan José Rubio y Santiago Álvarez García, en «El mito del expolio fiscal», publicado por FAES: «En nuestra opinión, lo sensato sería replantear el esquema de demandas dentro de la Constitución y las leyes, buscando una solución al problema financiero catalán. Cualquier otra solución conduciría a un callejón sin salida institucional y a un empobrecimiento tanto de Cataluña como del resto de España».