Teatro

El Cairo

La Gran Vía se ríe

La Razón
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Gran Vía abajo, Gran Vía arriba, Antonio D. Olano, uno de los más grandes periodistas que ha dado España, cuenta con palabras de carne sus vivencias por la avenida más populosa de España y rescata sus pensares y sentires junto a Dalí, Picasso o Buñuel. Olano es la viveza que todo lo olfatea. Que ironiza y sabe profundizar a un tiempo. Que nunca se muerde la lengua. Pasan poderosos señores y guapas damas que lo fueron todo, con sus rostros asomados a desaparecidos ventanales. Pasan noches delirantes y compañeros de viaje y no me olvides. Ahí está aquella foto de la Cafetería California, junto a Ché Guevara, que había llegado a Madrid un día antes desde La Habana, camino de El Cairo. Y aquellos obreros de la España franquista, que se arrodillaban ante el barbudo revolucionario y le besaban las manos. Y junto al Ché, Olano, corresponsal de guerra, cronista de paz; autor teatral, novelista, columnista y tertuliano. Como eran los gacetilleros de antes, que había que echarles de comer y beber aparte, pero inteligentes a rabiar. Emperrados en tomarle el pulso a la vida. Como González Ruano, Carrere o Sainz de Robles. Una especie en proceso de extinción. Como Antonio D. Olano, capaz de contar a voces los secretos mejor guardados, con una carcajada de oreja a oreja, mientras pasea por la Gran Vía del brazo de Gracia de Mónaco o La Bella Otero, cuando se cumplen cien años de La Bien Nombrada.