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Baloncesto / El último reto

La generación de oro busca su único título pendiente ante una selección de Estados Unidos superior a la de Pekín.

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Cuatro años de espera tienen que merecer la pena. Con permiso de Bolt, Phelps y Rudisha, la final olímpica entre España y Estados Unidos puede convertirse en el momento culminante de los Juegos. Gasol, Navarro, Calderón, Rudy... Desde el 24 de agosto de 2008, la generación de oro del baloncesto español tiene marcada la fecha de hoy como si fuera una obsesión. Públicamente evitaban hablar de la final de la que hablaba todo el mundo desde hace meses. En el seno del grupo existe el convencimiento de que se puede ganar a los estadounidenses. A una de las mejores versiones del «Dream Team», a un equipo superior al de 2008 y que no ha encontrado nadie que le inquiete de verdad en el torneo. Sólo Lituania llegó viva al último cuarto ante un equipo que ronda los 120 puntos por partido. «Es uno de los retos más grandes de mi carrera y nos dejaremos absolutamente todo lo que quede en el depósito. Por muy difícil que parezca, no vamos a dejar de intentarlo. Tenemos opciones y vamos a apurarlas», reflexiona Gasol, el más motivado de todos.
En el pívot y en su hermano recaen gran parte de las opciones de que haya partido. Si hay algún punto débil en el equipo de Krzyzewski es su juego interior. Por ahí puede hacer sangre España. Pau, Marc, Ibaka y Reyes tienen centímetros, kilos y talento para generar problemas con los que no se han encontrado los yanquis hasta ahora. Pero hará falta mucho más. Scariolo ofrece algunas pistas: «Intentaremos controlar al máximo el ritmo de juego, pero sabiendo que estamos capacitados para superar situaciones complejas y que viviremos momentos difíciles. Lo que no podemos hacer es ir a un partido a cien puntos. En condiciones físicas y técnicas óptimas podríamos ir a un marcador alto, pero tenemos que ser inteligentes y llevar el partido a nuestros intereses». El italiano promete sorpresas: «Es un gran desafío, pero es el típico partido que por las cualidades individuales de los rivales te quita presión y te anima a atreverte a hacer cosas diferentes», observó.
La final huele a despedida para más de uno. Habrá algún adiós y quizá algún hasta luego. Reyes ya dijo que sería su último campeonato con España. Pau, Navarro y Calderón se tomarán al menos un verano sabático. Será el próximo. La intención de la Federación es, asumido que no estarán en el Eurobasket de Eslovenia, convencerlos para que se despidan de la Selección en el Mundial de 2014. El futuro de Scariolo, que termina su contrato en Londres, es una incógnita. El complicado Eurobasket de 2013 contrasta con el Campeonato del Mundo que se celebrará un año después en España y que podría suponer el colofón perfecto para una generación irrepetible.