Grecia

Zapatero acusa a Rajoy de falsear a sabiendas los datos económicos

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reclamado hoy al presidente del PP, Mariano Rajoy, que trabaje por la confianza, la credibilidad y la solvencia de la economía española, ya que ha advertido: "No me gustaría pensar que en lo único que nos parecemos a Grecia es en la oposición"

Durante el debate sobre el estado de la nación, Zapatero ha comparado así al PP con la oposición griega, que no está dispuesta a apoyar las reformas que pide la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) al Gobierno heleno para otorgarles el segundo paquete de rescate.

"No voy a discutir las cifras de paro, porque son inasumibles", le ha dicho Zapatero a Rajoy, pero le ha afeado el uso, a sabiendas, de datos "falsos" como hablar de un supuesto "déficit oculto".

En este contexto, ha pedido al jefe de la oposición que procure "moderar a sus colaboradores"porque "decir eso resta credibilidad ante los mercados internacionales".

Por contra, ha pedido apoyo a Rajoy en la políticas económicas porque, aseguró, "las reformas de hoy corrigen los excesos de ayer y son la garantía de la prosperidad de mañana".

Zapatero ha respondido a la afirmación del líder del PP de que los socialistas habían recibido la mejor herencia económica de la democracia y, por contra, ha asegurado que esa herencia fue: "muy baja productividad y mucho ladrillo".

Si de algo se arrepiente Zapatero es, según ha explicado, de no "haber pinchado o intentado pinchar"la burbuja inmobiliaria cuando llegó al poder en 2004 y ha admitido que ese modelo productivo basado en la vivienda continúo con los socialistas en el poder, hasta 2007.

Aunque ha dicho haber sido siempre muy respetuoso con la herencia recibida, ha insistido en que, mientas en España en el periodo 1996-2004 -años del gobierno de José María Aznar-, la productividad creció el 0,2 %, en Alemania lo hacía el 1 %.

El presidente del Gobierno ha destacado que, asimismo, la inversión en vivienda crecía en esos años el doble que la media europea y el endeudamiento aumentaba el doble en el sector inmobiliario, con un empleo que al final resultó que era ficticio porque no estaba asentado en solidas bases.