Barcelona

OPINIÓN: Una santa en los campos de batalla

La Razón
La RazónLa Razón

El próximo sábado, en la catedral de la Seu d'Urgell, el cardenal Angelo Amato, en representación del Papa Benedicto XVI, presidirá la beatificación de la madre Anna Maria Janer Anglarill (Cervera 1800–Talarn 1885), fundadora del instituto de Hermanas de la Sagrada Familia de Urgell.

Será la tercera vez en los tiempos modernos que se vivirá en Cataluña una ceremonia de beatificación. Fueron las anteriores las del doctor Josep Samsó, en la basílica de Santa María de Mataró, y el P. Josep Tous i Soler, en la basílica de Santa María del Mar de Barcelona.

La vida de la madre Anna Maria Janer es un gran testimonio del amor cristiano y de la caridad expresada en obras.

A los 18 años entró a formar parte de la Hermandad de Caridad del Hospital de Castelltort de Cervera. Las hermanas cuidaban a los enfermos y pobres del hospital y daban clases y catecismo en el Real Colegio de Educandas de la misma ciudad.

En 1833 estalló la primera guerra carlista y el Hospital de Castelltort se convirtió en hospital militar. En 1836 la junta del hospital expulsó a las hermanas.

Después de la batalla de Gra, Anna Maria Janer partió hacia Solsona para ponerse a disposición de la diócesis.

Su llegada coincidió con la de Carlos de Borbón que le pidió que coordinara los hospitales de la zona carlista. Y así, con sus hermanas de religión, se hizo cargo de los hospitales de campaña de Solsona, Berga, La Vall d'Ora i La Boixadera.

Las tres guerras carlistas del siglo XIX, que ella vivió, fueron una gran prueba en su vida. Acabada la primera guerra carlista, ella y tres hermanas fueron apresadas y tuvieron que exilarse en el Hospital de San José de La Grave, en Toulouse.

Pero cuando en 1844 retorna al país, de nuevo la encontramos en el hospital de Cervera. Dice mucho de su heroísmo cristiano el hecho de que los combatientes de ambos bandos la reconocieran como «la Madre».

En 1859 aceptó la petición del obispo de Urgell, Josep Caixal Estradé, y estableció una hermandad de caridad en el hospital de pobres enfermos de la ciudad.

El 29 de junio de 1859 fundó el Instituto de Hermanas de la Sagrada Familia de Urgell, dedicado a la educación cristiana de niños y jóvenes, y a la asistencia de enfermos y ancianos. En 1860 el obispo de Urgell aprobó las reglas y constituciones del Instituto.

La madre Anna Maria Janer forma parte, desde ahora, de aquel numeroso grupo de fundadores y fundadoras que en nuestro convulso siglo XIX comprendieron que era necesario dar respuesta a las nuevas necesidades de la sociedad de su tiempo, fenómeno que ha sido llamado como «el paso de los santos».

Ella lo hizo sobre todo fundando colegios y enviando a sus religiosas a las escuelas de los pueblos, donde las hermanas obtenían por concurso la plaza oficial de maestra. Durante su vida creó veintitrés fundaciones, entre las cuales el asilo de ancianos de Sant Andreu de Palomar, en 1866.

Con agradecimiento por el buen trabajo que continúan realizando las religiosas fundadas por la madre Janer en nuestra diócesis, nos uniremos, el próximo sábado, al gozo de la diócesis urgelitana y al de las Hermanas de la Sagrada Familia de Urgell, que vivirán la elevación a los altares de esta gran cristiana de nuestra tierra.

Ella fue un gran apóstol de la caridad poniéndose al servicio de la formación de los niños y de la atención a los ancianos. Durante su vida abrió veintitrés fundaciones.

Murió el 11 de enero de 1885, en Talarn (Pallars Jussà). Ella, tan santa, pidió morir en el suelo, en actitud de penitencia y como agradecimiento a Jesucristo, que por ella y por todos murió en la cruz.

Lluís Martínez Sistach