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Ya es Navidad en el Adler
Cuando llega el mes de diciembre y, sobre todo, se acercan las fiestas navideñas, nos gusta reservar mesa en el restaurante del hotel Adler, un lugar emblemático de la hostelería madrileña situado en el número 33 de la calle Velázquez. Aunque, cuidado, porque cualquier día resulta perfecto sin necesidad de buscar excusa alguna para degustar los manjares del chef Antonio Carmona, quien se encarga de amenizar durante el año la carta con distintas jornadas gastronómicas, alimentadas siempre con los productos de calidad que ofrece el mar y la tierra cada temporada. De mimar al comensal durante su experiencia culinaria se encarga el maître Luis Méndez, al frente de un equipo de camareros atentos que logran que el almuerzo transcurra como la seda.
Ligeras en grasas
El director del hotel, Alejandro Váquez, sabe que tanto quienes vienen a disfrutar de la cocina de la casa como quienes se hospedan en cualquiera de las 44 habitaciones, buscan discreción y un trato personalizado, de ahí que en las estancias comunes, con sello del decorador Pascua Ortega y de cuyas paredes cuelgan obras de Tàpies, Valdés, Gordillo y Chillida, entre otros artistas, te puedes topar con presidentes europeos, políticos, actores y miembros de las distintas casas reales, así como con anómimos que desean hospedarse durante estas fechas en pleno barrio de Salamanca para regresar a su destino con las compras de Navidad realizadas después de degustar su sabroso menú. Carmona, buen conocedor de la cocina tradicional y maestro en dar un punto exacto a las recetas, que eleva al modernizarlas y aligerarlas de grasas, lo elabora hasta entrado enero. Comienza con un micuit de foie gras, que llega a la mesa acompañado por un pan de especias y flor de Hibiscus, y le sigue una más que lograda ensalada de bogavante con escarola.
Los platos fuertes se completan con la brocheta de rape y vieiras con salsa americana y unos sabrosos dados de solomillo a la sartén y su refrito de ajos. Bocados que el sumiller sugiere saborear con un Rueda, Señorío de Nava Verdejo 2010, y con un Ribera del Duero, el Señorío de Nava Reserva 2006, vinos ambos de la bodega propiedad también de la familia Vázquez.
Caviar de Beluga
De postre, un sorbete de mojito, la mejor opción para limpiar el paladar. Y, si decide aparcar el delantal en Nochebuena y disfrutar con los suyos de una cena redonda en un ambiente agradable, unos atractivos canapés de foie, de huevo frito de codorniz con trufa blanca y un tartar de atún le felicitarán las fiestas según se siente en la mesa para brindar con una copa de champán Pommery en mano. La propuesta del chef continúa con unos blinis de caviar de Beluga con nata agria y una ensalada de bogavante con mayonesa de gazpacho, como primeros platos. De segundos, lubina salvaje al horno con carabineros y solomillo de buey a la parrilla con hígado de pato braseado.
En cuanto a los vinos, el Rueda es el Señorío de Nava 10 Verdejo y el Ribera del Duero, el Finca San Cobate Reserva 01. Para terminar, un dulce de corte casero, la tarta a los tres chocolates, así como delicias navideñas para disfrutar durante la sobremesa con un Pedro Ximénez. Reserve ya su mesa.
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