China
Un trozo de cosmos chino por Jesús SANZ
La visita a la zona de las excavaciones dejó en mí un recuerdo imborrable. Por la cantidad y calidad de los hallazgos allí encontrados y por lo metafórico de un descubrimiento tan especial: el primer emperador de China se hizo enterrar con un trozo de su cosmos, con toda su diversidad y al mismo tiempo el origen de la unidad de un gigante. En el presente, el conjunto funerario tiene un enorme significado para una nación que avanza sin olvidar jamás de dónde viene, algo que necesitan todas las sociedades. Pero la magnitud y el valor artísitico tienen además una potencialidad, un carácter vivo que hay que ir ampliando y que dará trabajo a los estudiosos durante décadas, porque quedan muchos tesoros por descubrir. Para ello se están empleando las técnicas más avanzadas, con prudencia para que nada se malogre: la precipitación sería nefasta.
Jesús SANZ es director de la Casa Asia
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