De tahona a oficina eficiente y sostenible

Hay empresas que, además de hacer sus productos y servicios distintos de los de su competencia, quieren, también, mostrar otras diferencias. En Bestrelations, consultora de relaciones públicas y social media, decidieron que su sede sería sostenible, pero no sólo eso. La encontraron en el barrio madrileño de Lavapiés, «una antigua tahona en la que se ha elaborado y despachado pan durante más de 50 años», explica su presidente, Ignasi Vendrell.
La antigua tahona, «que estaba medio en ruinas cuando la compramos», ahora es un edificio que por fuera apenas se diferencia del vecino y por dentro es una sorpresa. En él «se han integrado las renovables para la climatización y se han empleado materiales ambientalmente respetuosos como pinturas al temple y barnices para el suelo con pigmentos y extractos naturales «para preservar la salud de los empleados, evitando la lenta intoxicación».
Llaman la atención los grandes espacios diáfanos. «Son 450 m2 de superficie de techos altos», en los que hay una temperatura muy agradable conseguida con un sistema de climatización por suelo radiante caliente y frío, basado en la acción combinada de una instalación solar térmica y una caldera de biomasa.

Sin aire acondicionado

Como siempre han tenido este sistema de climatización no pueden comparar los costes. «La factura anual de pellets –virutas de madera compactada para la caldera– es de 1.600 euros. Y la instalación solar ya la hemos amortizado». Cierto que inicialmente es una inversión, «pero también pudimos optar a dos subvenciones, una de la Comunidad de Madrid y otra del Instituto para la Difersificación y Ahorro de la Energía (IDAE)».

Orientado al sur, gozan de luz natural abundante y de sol todo el día. «En verano cerramos las persianas de esa fachada por el día y abrimos las que dan a otras para crear ventilación cruzada. Como toda la vida. No tenemos aire acondicionado eléctrico». En cuanto a la luz artificial, «toda ella es con lámparas de bajo consumo». Vendrell da también mucha importancia a los procesos de reciclaje y reutilización, en los que «todos los que trabajamos aquí estamos implicados».

Para Vendrell, «este edificio muestra nuestra filosofía de empresa, de compromiso, de esfuerzo y de eficiencia. Podríamos estar en un barrio financiero, pero en éste nos sentimos más comprometidos con el entorno, más cercanos. De hecho, un tercio de nuestra plantilla vive cerca y algunos proveedores también».