Atenas
Mujeres al poder
Las mujeres han sido parte principal de la historia. Ya en el mundo antiguo, pese a ser esclavizadas o tuteladas, desde Persia a lo más recóndito de África, de Lacedemonia a Atenas, del Lejano Oriente a la Roma de los Césares… siempre hubo mujeres dotadas para el Gobierno y la Administración Pública. A veces, mucho más que sus contemporáneos masculinos. Semíramis, reina de los asirios, gobernó durante décadas, recorrió Asia y la dominó, construyó ciudades, diseñó jardines, levantó palacios, conquistó Egipto y Etiopía. Y ahí están las dos Artemisas, reinas de Caria. La primera aconsejó con prudencia a Jerjes, que se pasó sus consejos por el trono y luego lamentó amargamente no haberle hecho caso. La otra, tomó la isla de Rodas y se dio el gusto de alzarle allí a su difunto marido un pomposo mausoleo que llegaría a ser considerado una de las siete maravillas del mundo.
Aspasia, la mujer de Pericles: las malas lenguas decían de ella que era un poco hetaria –hoy algún listo la tildaría sin más de pilingui–, pero lo cierto es que brilló como maestra de retórica y cronista, e influyó notablemente en la política de su época. Y ahí está File, la niña de Antipatro, que desde pequeña aprendía de su padre lecciones para el buen gobierno de Macedonia. O Clelia, ciudadana romana ejemplar, a la que no logró retener en prisión ni siquiera el cafre de Porsena, rey de los etruscos… La historia continuará ofreciéndonos nombres femeninos, mujeres famosas por su genio, su temple y sus luces en la «gobernanza», como se dice ahora en la Unión Europea (o sea, eficaces en el ejercicio de la política globalizada que se practica en estos tiempos). Acostumbrados a las «cuotas femeninas», es alentador pensar que existen mujeres que gobiernan y ascienden en sus responsabilidades gracias a sus méritos, no a su sexo. Dicen que el PP es el partido político con más candidatas a alcaldesa y presidenta regional. Son mujeres el 48,4% de las cabezas de lista en capitales de provincia y municipios de más de 100.000 habitantes, además de cuatro de las 13 comunidades autónomas donde ha habido elecciones. Cuatro años después de que entrase en vigor la famosa ley de igualdad, que impone la paridad en las listas –una discriminación positiva para la mujer–, el partido que más refunfuñó y criticó la ley, el PP, es el que más mujeres lleva en sus listas. Incluso ha logrado, con María Dolores de Cospedal, ganar la plaza del gobierno de Castilla-La Mancha, lo que parecía imposible hace dos días.
Esperanza Aguirre sigue convenciendo mayoritariamente a los madrileños y se ha convertido en un referente. Alicia Sánchez Camacho, Isabel Pérez Espinosa y Luisa Fernanda Rudí, son otras figuras cuya significación va en aumento. Pero los del PP, bastante torpes en eso de la «agitación y la propaganda» y lo políticamente correcto, no le dan al asunto ninguna importancia, al contrario que sus adversarios políticos. Pues allá ellos…
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