Botella cuadra el «sudoku» de Cibeles

MADRID- El Ayuntamiento de la capital presentó ayer el plan de ajuste que equilibrará las arcas municipales y devolverá a Madrid la capacidad de realizar nuevas inversiones. Según afirmó la alcaldesa, Ana Botella, este «esfuerzo adicional de austeridad» incluye un conjunto de medidas «poco populares pero con visión de futuro», que contribuirán a la recuperación nacional mientras «se mantienen los servicios esenciales».

De 2012 a 2022, el Ayuntamiento adelgazará su estructura y recuperará el equilibrio presupuestario reduciendo al mismo tiempo la deuda municipal. Además, es el consistorio el que carga con la mayor parte del peso del ajuste, que en los próximos dos ejercicios logrará ahorrar más de 550 millones de euros sin que sufran los bolsillos de los madrileños.

-Servicios sociales protegidos.
El plan de ajuste no afectará los servicios esenciales como la Ayuda a Domicilio o la Teleasistencia. La alcaldesa aseguró que uno de los tres límites con los que se han elaborado las medidas de ahorro ha sido precisamente que se continúen prestando los servicios esenciales con los mismos niveles de calidad. También que siempre se mantenga la ayuda a la gente con dificultades y que se apoyen todas las medidas de creación de empleo.

-Ni empleo, ni salarios.
«No se prescindirá de ningún empleado público ni se tocarán sus salarios», aseguró ayer Ana Botella. El ahorro de 22 millones en 2012 y 28 en 2013 en el capítulo de personal procederá de la no cobertura de vacantes, la flexibilización de los horarios y distribución de los funcionarios, la reducción de un 20 por ciento en las horas extraordinarias y gratificaciones –excepto para los operativos especiales de seguridad–, la suspensión de los premios especiales para el personal y las prestaciones derivadas de la acción social salvo las ayudas por discapacidad y para transporte.

En esta cuestión, la delegada de Hacienda, Concepción Dancausa, hizo hincapié en que se harán todos los esfuerzos necesarios para reducir al 5 por ciento el absentismo laboral. Asimismo, también señaló que se reducirán los representantes sindicales para ajustarse a la legalidad y se recortará a la mitad el número de liberados «institucionales».

l El mayor ajuste, el interno.
Puestos a recortar, donde más se ha ajustado ha sido en los gastos corrientes de bienes y servicios. Como cualquier familia, en el Ayuntamiento de Madrid se esmerarán en reducir al mínimo cualquier consumo superfluo. Por ejemplo, se reducirá la flota de vehículos oficiales y se procurará ahorrar en combustible. En todos los edificios oficiales se vigilará el consumo de energía y agua. También se controlarán las impresiones y las fotocopias, así como el material informático.

Se revisarán especialmente los contratos de telefonía y alquiler. En éstos se buscará o bien renegociar el precio con los arrendatarios o bien reubicar a los funcionarios en instalaciones de propiedad del consistorio madrileño. Y se primarán los contratos con mejor oferta económica. También se reducirá en un 20 por ciento la asignación destinada a los vocales vecinos, se recortarán las subvenciones a los grupos políticos y se suprimirá la subvención nominativa a los sindicatos.

- Tasas congeladas desde 2009. Según lo previsto por el Gobierno, que fija el establecimiento de una adecuada financiación de los servicios públicos prestados mediante tasas o precios públicos, el Ayuntamiento actualizará el IPC un 2 por ciento a partir de 2013 sobre el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica y el Impuesto de Actividades Económicas, así como los precios de los servicios no esenciales como talleres, piscinas y alquiler de pistas deportivas, que estaban congelados desde 2009. De hecho, esta partida supondrá 22 millones dentro de los 554 millones que se ahorrarán entre 2012 y 2013.

No se tocará la Tasa de Basuras, ni la de vados, ni la de Bomberos. Además, los usuarios de la tarjeta de residente para aparcar en las zonas de aparcamiento regulado (SER) tendrán una rebaja del 50 por ciento.

- Inversión en cuatro años.
Gracias al plan de ajuste en cuatro años se obtendrán excedentes para afrontar nuevos proyectos de inversión y refuerzo de los servicios municipales. «Para poder invertir en 2016 tenemos ahora que hacer un ejercicio de austeridad», consideró Botella.

Un 77% menos de delegados sindicales
El plan de ajuste también afectará a la representación sindical en el consistorio. En concreto, se reducirá el número de delegados sindicales para acomodarlo al número legalmente establecido. Lo que supondrá la eliminación de 268 representantes sindicales que pueden estar liberados o no. Se pasará de 398 delegados a 130 según la escala de la ley orgánica de libertad sindical. Asimismo, se reducirá en un 50 por ciento el número de liberados «institucionales» existentes, es decir, los miembros de los sindicatos designados por la Administración en función de la representatividad obtenida por éstos en las elecciones sindicales para participar en los procesos de negociación que afectan a las condiciones laborales de los trabajadores. Todos ellos se reincorporarán a la plantilla municipal.