Londres
La muerte como espectáculo
La BBC emitió ayer un suicidio asistido ante las críticas de activistas anti eutanasia
El reportaje comienza con una declaración de Peter Smedley que asegura: «Mi estado se ha deteriorado hasta el punto de que necesito marcharme pronto». Y termina con las imágenes del multimillonario británico ingiriendo una dosis letal de barbitúricos acompañado de chocolate, tras lo cual se le ve cómo comienza a respirar con dificultad y llamar a su esposa, que le agarra de la mano. Estas fueron las imágenes que vieron los espectadores de la BBC2 anoche, la muerte televisada de este británico de 71 años afectado de una dolencia neuronal que acudió el pasado mes de diciembre a la clínica suiza Dignitas para poner fin a su vida. Un reportaje que la cadena pública defendió afirmando que daría a los espectadores la oportunidad de formar su propia opinión, ya que recogía todos los puntos de vista relacionados con el suicidio asistido.
Pero lo cierto es que antes de su emisión el reportaje fue criticado desde diversas organizaciones, que acusaron a la emisora de ayudar a promover el suicidio asistido y alentar a que otras personas sigan los pasos de Smedley. La organización anti eutanasia «Care Not Killing Alliance» calificó el espacio de «propaganda pro-suicidio asistido disfrazada de reportaje». La portavoz de este grupo, Alistair Thompson acusó a la BBC de no ofrecer una visión equilibrada sobre este asunto, primando los programas en los que se defiende la muerte asistida. Porque según Thompson, ayer se emitió el quinto espacio en tres años que ofrecía el punto de vista de un activista o simpatizante de la eutanasia. La portavoz también manifestó que este tipo de espacios televisivos tienen el riesgo de crear «un efecto contagio» entre las personas que están en situación vulnerable y que podrían verse animadas a suicidarse. «La BBC tiene financiación pública y tiene la responsabilidad de ofrecer un programa equilibrado», comentó Thompson.
Muerte discreta
«Eligiendo morir» ha sido dirigido por Terry Pratchett, un escritor que sufre alzheimer y es partidario de la eutanasia. En el momento del reportaje en el que fallece Smedley, el escritor afirma que «ha sido un acontecimiento feliz. Ha muerto tranquilo, más o menos en los brazos de su mujer, discretamente». Pero sus afirmaciones se vuelven más confusas cuando asegura, a modo de conclusión del reportaje, que tiene dudas acerca de si él podrá hacer lo mismo, llegada la hora de la verdad: «No estoy seguro de que yo lo hubiera hecho si estuviera en su lugar».
Esta polémica no es nueva en Reino Unido. En 2008, el canal Sky también emitió el suicidio de Craig Ewert, un profesor de universidad que permitió que las cámaras filmaran el momento de su muerte en la clínica suiza Dignitas, la misma que vio morir a Smedley. Además, a principios de 2010, Ray Gosling, un polémico periodista de la BBC, confesó en un documental de la cadena pública que hacía unos años había matado a su amante, que tenía una enfermedad irreversible.
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