Las cortinas de humo de Pajín por Sergio ALONSO

Leire Pajín va a pasar a la historia como una de las peores ministras de Sanidad que ha habido en España. A diferencia de la dialogante, preocupada y siempre cercana Trinidad Jiménez, que superó con nota su estancia en el Ministerio tras sortear de forma impecable la avalancha que se le venía encima con la gripe A, su sucesora en el departamento ha hecho caso omiso a la parte sanitaria de su ministerio, apostando en su lugar por unas supuestas políticas sociales que, a día de hoy, pocos conocen. Su gusto por las soflamas electorales le llevó incluso el pasado miércoles al absurdo de aplaudir la huelga de médicos en algunas comunidades autónomas, obviando, eso sí, que parte de los recortes que están aplicando las consejerías de Sanidad son consecuencia directa de la bancarrota en la que su propio Gobierno ha sumido al país, con una gestión económica y sanitaria nefasta. La aún ministra obvió también que su Gobierno ha sido, hasta la fecha, el único en la historia de la democracia que les ha recortado los salarios a los sanitarios españoles, en un intento desesperado de recortar déficit. Pajín ha contribuido con su inoperancia a que muchas autonomías tengan ahora que dar el paso impopular de introducir recortes en Sanidad, especialmente en materia de gasto farmacéutico. Las cifras sobre las facturas generadas en los hospitales españoles, y sobre las que no informa el Ministerio, son demoledoras: en cuatro años, el gasto se ha disparado nada más y nada menos, un 55 por ciento, con el agravante de que suele tratarse, además, de medicamentos de alto coste en el mercado. ¿Por qué no ha atajado Pajín esta sangría? Porque la ministra ha preferido vender la propaganda de que el gasto en primaria bajaba. Una cortina de humo, nada más.