Jaime Mayor Oreja
Las víctimas exigen un final sin impunidad
Quieren que ETA se rinda sin condiciones y pida perdón
Nueve días después de que la banda terrorista ETA anunciara el cese definitivo de su actividad armada, las víctimas, acompañadas por miles de personas, se concentraron ayer en la Plaza de República Dominicana para exigir Justicia y reclamar que no haya ningún tipo de concesiones a los terroristas que «deben rendirse sin condiciones» y pedir perdón. Horas antes, un autobús fletado por Voces contra el Terrorismo, recorrió algunas de las calles de Madrid que ETA sembró en su día de dinamita y terror. En el recorrido, el autobús hizo siete paradas en los puntos donde la banda terrorista atentó, y rindieron un breve recuerdo a los asesinados, para que sus crímenes no caigan en el olvido.
Cada víctima portaba ayer un cartel en blanco con una cifra que reflejaba el número que ocupa en esa lista del dolor, de ese daño causado entre las 858 asesinatos de ETA. En el reverso, estaba su imagen, porque «tienen cara y tienen nombre, pero no tienen voz, porque se la quitaron».
Cientos de banderas de España eran agitadas al aire y se mezclaban con los gritos que reclamaban «Justicia, justicia, justicia» o los mensajes de apoyo: «¡No estáis solos!». Tras un minuto de silencio y un homenaje a todos los caídos, las víctimas tomaron la palabra. María Jesús González, madre de Irene Villa recordó algunos de los asesinatos de la banda terrorista. El momento más emotivo llegó cuando Toñi Santiago, madre de Silvia, la niña de 6 años que perdió la vida en el atentado contra la casa cuartel de Santa Pola, recordó los últimos bailes, el último helado de chocolate o los últimos juegos de su niña, antes de que una bomba enterrara su cuerpo de niña bajo los escombros. Los allí presentes no pudieron contentar las lágrimas. «No olvidaremos su pasado cuando se sienten en el Congreso amparados por una marca blanca y con la complicidad del Gobierno y del TC», dijo Toñi. Otras dos víctimas recordaron los nombres de los 27 menores asesinados, los «santos inocentes de España».
También acompañaron a las víctimas Miguel Arias Cañete, Cayetana Álvarez de Toledo, el presidente de Asturias, Álvarez Cascos, el eurodiputado Jaime Mayor Oreja quien advirtió de que ETA quiere ganar las elecciones para «fracturar España» o su compañero Carlos Iturgaiz que defendió la necesidad de que la sociedad se «blinde» para evitar que los terroristas «tutelen» la política vasca. Para ello propuso dos medidas: la cadena perpetua y la reforma de la Ley electoral.
✕
Accede a tu cuenta para comentar