Francia
Polonia alerta de un "nuevo euroescepticismo"entre los líderes de la UE
Varsovia promete para combatir el euroescepticismo un "liderazgo colectivo"en el estreno de su presidencia semestral de la Unión Europea.
Lo que empezó como un rumor de pasillos y entre algunos eurodiputados se ha convertido en un grito de alerta sobre el momento que vive la UE. Europa está sufriendo un "nuevo euroescepticismo", diagnosticó ayer el primer ministro polaco, Donald Tusk. Su país tomó ayer de manos húngaras la presidencia rotatoria de los Veintisiete, que ostentará durante los próximos seis meses, en "un momento muy complicado", reconoció en un encuentro con corresponsales comunitarios.
En su opinión, este nuevo euroescepticismo no se identifica con la "tradicional"posición intelectual de algunos socios, como los británicos, sino que más bien su naturaleza es más amplia, "un fenómeno en la mente de todos los líderes europeos", dijo sin timidez.
Tusk puso como pruebas de su argumento la gestión de la crisis económica y el debate en torno al espacio sin fronteras de Schengen, que los Gobiernos, liderados por el presidente francés Nicolás Sarkozy y el italiano Silvio Berlusconi, quieren reescribir para poder reintroducir controles internos en nuevos casos excepcionales.
Aunque se le preguntó si el francés y el italiano son las caras de este nuevo euroescepticismo, Tusk repartió la culpa entre todos los miembros del Consejo Europeo (que agrupa a los jefes de los Ejecutivos de los Estados miembros). Para combatirlo, Polonia adelanta que ejercerá un "liderazgo colectivo"durante su presidencia, en la que no tendrá problema con el peso de Francia y Alemania en la generación de consensos, eso si, controlando que "no abusen de su poder".
La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, responsable de Schengen, ya alertó en una entrevista exclusiva reciente con LA RAZÓN sobre cómo los líderes europeos están abrazando las agendas "populistas y xenófobas"de las fuerzas más extremas. Pero es la primera vez que un país que ostenta el honor de una presidencia da la voz de alarma entre sus colegas. "El espíritu de la UE debería permanecer intocable"remató el polaco, por lo que prometió resistir estas "olas de euroescepticismo".
Tusk sabe bien de lo que habla, ya que su país ha pasado de ser uno de los que más problemas daba a la UE por su inmovilismo, durante los primeros años tras su adhesión en 2004, cuando gobernaban los conservadores gemelos Kaczynski, a ser uno de los más optimistas, con más de un 80% de apoyo popular a la UE. "Soy consciente que mis predecesores fueron socios difíciles, pero creo que los comentarios eran a veces exagerados"dijo el líder liberal, argumentando que muchas veces el problema era más la personalidad de Lech, ex presidente fallecido en accidente de avión el pasado año, y su hermano Jaroslaw, que sus políticas.
Los seis meses de Polonia al frente de la UE estarán dominados por la crisis griega, las relaciones con los vecinos orientales, y la propia reforma de Schengen.
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