Bocados de realidad por Santiago Carbó Valverde

Las medidas urgentes adoptadas ayer por el Gobierno son bocados de realidad, crudos y duros. Las medidas respondieron, en buena medida, a la mala noticia de que el déficit se había elevado hasta el 8% del PIB, algo que los mercados no van a recibir bien porque indica un incumplimiento en medio de un camino en el que queda mucho por hacer. Esta perspectiva presupuestaria ha obligado al Gobierno a endurecer los ajustes e, incluso, propicia un cambio de discurso al actuar por la vía de los ingresos. Se venía venir y el anuncio de considerables subidas en el IRPF y en el IBI corroboró esa necesidad. El Ejecutivo ya había señalado que haría falta generar un ahorro de 16.500 millones. Con estas medidas, el objetivo está más cerca, pero ahora que el déficit se ha desajustado tanto hay que generar al menos otros 20.000 millones de ahorro.
El IRPF y el IBI son vías duras para recaudar pero generalmente más progresivas y necesarias que otras. Y los ciudadanos debían conocer estas medidas cuanto antes, para asumirlas y, con ellas, empezar a darse cuenta de que éste es el principio de una serie de decisiones duras, porque queda mucha tela que cortar. Pero, ojo, hay un dilema de difícil resolución. Por un lado, cuantos más ajustes haya que realizar, más complicado será instrumentar medidas para impulsar el crecimiento. Pero por otro, cuanto antes se equilibren las cuentas de casa, más pronto se podrá apostar por mejorarlas y hacerlas crecer. Para esto último, harán falta más reformas pero también una resolución definitiva de la crisis de deuda y una mayor apuesta europea por el crecimiento. Pero visto lo visto, para ésto hay que esperar.

Santiago Carbó Valverde
Catedrático de la Universidad de Granada