La final espera al clásico

Sin apenas incertidumbre, el equipo de Mourinho conoció que en cuartos se vivirá el duelo más desigual: el equipo más rico contra el más modesto. Mucho más se resistió la bola del Barcelona. Fue la última. El campeón de Europa se hizo de rogar para saber que la defensa del título tendrá como primer obstáculo al Milan, justo el enemigo que no quería Guardiola.

«Por su entidad y porque ya nos hemos enfrentado [en la liguilla] y nos conocemos más», reiteró ayer el técnico azulgrana. Barça y Madrid se repelieron en el sorteo. Cada uno va por un lado, pero en el fondo son polos opuestos, y los polos opuestos se atraen. Tienen una cita el 19 de mayo en Múnich. La batalla de clásicos que están viviendo ambos equipos las últimas temporadas puede tener su momento de máxima tensión en el Allianz Arena, con el título continental en juego.

Pero vayamos por partes. «No pienso ni en semifinales, como para hacerlo en la final...», insistió Guardiola, y no le falta razón. Para encontrarse en Múnich, antes les quedan dos batallas. Al Madrid le ha tocado una primera aparentemente sencilla. El Apoel es el primer equipo chipriota que llega tan lejos en la Liga de Campeones, tras quedar primero en un grupo con Oporto, Zenit y Shakhtar y eliminar en octavos al Lyon en la tanda de penaltis. Tiene una base de jugadores portugueses y brasileños en todas sus líneas, entre los que destaca el goleador Ailton y Manduca, que se perderá la ida por sanción, lo mismo que Xabi Alonso en el conjunto blanco. «Todo el mundo, en principio, quería al Apoel», reconoció Butragueño, que después se mostró muy respetuoso con su rival: «Saben competir, lo demostraron ante el Lyon».

Si no hay sorpresas, el siguiente oponente del Madrid sería el Bayern de Múnich, favorito en su eliminatoria con el Marsella. El conjunto bávaro ansía poder disputar la final en su estadio.
El Madrid, por tanto, tendrá al rival más fácil primero y, seguramente, al más duro después. El Barça tendrá a los otros poderosos que había en el bombo. Primero está el Milan y el reencuentro de Ibrahimovic con Guardiola. El delantero sueco está protagonizando una temporada magnífica y se puede decir que su equipo depende mucho de él. «Será un enfrentamiento terriblemente duro. Es un equipo experimentado, líder de la liga italiana, con jugadores de altísimo nivel...», analizó Guardiola. En la liguilla de la primera fase coincidieron y los italianos empataron en el Camp Nou (2-2), aunque hicieron un mal partido, y perdieron en San Siro (2-3), en un duelo muy disputado y hermoso. «Para ser campeón tienes que jugar con los mejores», continuó Pep. «No lo quería, pero nos ha tocado y ya está», añadió. Después, en semifinales, el teórico oponente sería el Chelsea, que antes debe deshacerse del Benfica. En ambas eliminatorias el partido de vuelta será en casa, lo mismo que en las del Real Madrid.