Psiquiatría
Fisioterapia para prevenir fracturas en mayores
Al llegar a una edad, el cuerpo se resiente y empiezan los dolores y los problemas para moverse con agilidad. Para frenarlo o evitar que ocurra antes de lo previsto, los fisioterapeutas recomiendan a los centros geriátricos poner a disposición de sus inquilinos rehabilitación y fisioterapia
Dolores en las piernas, problemas para moverse con facilidad e incluso fracturas en la cadera, son el día a día de muchas personas mayores.
No es fácil ver cómo el cuerpo va empeorando y las articulaciones se rompen al mínimo golpe como si fuesen de cristal. Por eso, varios fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, junto con la directora gerente del Hospital Infanta Sofía, Rosa Bermejo, han querido demostrar en la I Jornada de Fisioterapia de Geriatría y Gerontología de Madrid cómo la calidad de vida de estos ancianos mejora a través de la fisioterapia. Esta ciencia de la salud la encontramos en hospitales, centros de salud o en clínicas privadas, o mutuas, o poliderportivos. Pero además, «es importante saber que la fisioterapia está al alcance de cualquier persona que quiera mejorar su estado de salud o que sufra molestia, dolencia, lesión o enfermedad física y que quiera ser tratada», explica Julio Labella, presidente de la Comisión de Geriatría y Gerontología del Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid.
Mercedes Núñez llegó al Centro Gerontológico Amma Usera hace ya dos años, «entré aquí en silla de ruedas y gracias a la fisioterapia he conseguido caminar con mis propias piernas gracias a un andador», explica Nuñez.
«Existen diversos tratamientos de fisioterapia, por lo que cada paciente desarrolla unos ejercicios dependiendo de su dolencia. Existe la fisioterapia traumatológica para facturas de cadera, desgaste de rodillas; la neurológica, para pacientes con hemiplejia, parálisis; respiratoria, para EPOC o neumonía...; y ginecológica para aquellas que sufren de incontinencia urinaria», argumenta Labella. Pero además previene alteraciones y enfermedades, y mantiene o mejora la condición física en personas sanas.
«Todos los días realizo ejercicios con poleas para fortalecer mis piernas», explica Mercedes, «y aunque ahora estoy un poco floja porque he estado hospitalizada por otros problemas, la fisioterapia me está ayudando mucho a estar en mejor forma», finaliza.
«La fisioterapia en la atención a personas mayores requiere de un cariz especial –prosigue Labella– principalmente de empatía, de ponernos en lugar de estas personas que atendemos hoy, de pensar que nos allanaron el camino ayer, que lucharon por nosotros y ahora debemos corresponderles».
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