Fútbol
San Mamés despide a Etxeberria
El delantero guipuzcoano Joseba Etxeberría se despidió este sábado de forma emocionada de la hinchada de San Mamés, que dijo adiós a su capitán con una sonora y sentida ovación que arrancó las lagrimas de 'Etxebe', tras quince años, más de cuatrocientos partidos y 102 goles, siendo el segundo jugador que más veces ha vestido la camiseta rojiblanca después de Jose Angel Iribar.
Más conocido como 'El Gallo', Etxeberría se ha convertido en todo un ídolo en el club de Ibagaine a pesar de haberse formado en la cantera del eterno rival, la Real Sociedad de San Sebastián. En el equipo vizcaíno 'Etxebe' consiguió la 'Bota de Oro' en el Mundial Sub 20 de Qatar con la selección española con la que debutó en categoría absoluta el 19 de noviembre de 1997. Etxeberría disputó con 'la roja' 53 encuentros anotando doce goles y participando en las fases finales de dos Mundiales y una Eurocopa. Con el Athletic, el de Elgoibar no pudo conquistar ningún título y su trayectoria con 'Los Leones' estuvo marcada por los subcampeonatos en las tres competiciones nacionales, Liga, Copa del Rey y Supercopa de España que alcanzó como rojiblanco. Además el '17', disputó tres ediciones de la copa de la UEFA y una de la 'Champions'. Exteberría comenzó su periplo en el Athletic de Bilbao con polémica ya que con sólo diecisiete años y siendo una estrella en ciernes de la cantera de la Real Sociedad, 'Etxebe' fue traspasado al eterno rival después de que Jose María Arrate, presidente del equipo de San Mamés por aquel entonces, hiciera efectiva la cláusula de rescisión del jugador tras pagar 550 millones de las antiguas pesetas, cifra escandalosa para la época. Este sorprendente cambio de aires convertía a Joseba en un jugador 'marcado' por la afición 'txuri-urdin', que consideró su marcha poco menos que como una traición. En su primera campaña (95/96) el delantero vasco despejó todas las dudas sobre su posible inexperiencia mostrando un rendimiento más que notable anotando 10 goles en la liga, derrochando gran desparpajo y calidad, y formando un perfecto tándem con el ídolo de la afición bilbaína en esos momentos, Julen Guerrero. No obstante ese año su debut estuvo empañado por la mala situación clasificatoria del equipo que salvó la categoría en la última jornada. Sin embargo con el inicio de la siguiente temporada, el 17 rojiblanco y el Athletic vivirían una de sus épocas más gloriosas en los últimos años. La llegada del tarifeño Luis Fernández al banquillo de San Mamés llevó al Athletic a disputar en cuatro años una edición de la Copa de la UEFA y sobre todo a conseguir el subcampeonato de Liga en la 97/98. Este logro se consiguió gracias a un gol de 'El Gallo' y la primera y única participación de los vizcaínos en la 'Champions League' la campaña siguiente, también merced a un tanto definitivo del punta vasco en la fase previa. En el plano personal, Etxeberría conseguiría en esta época su consagración como figura 39 tantos así como su debut y asentamiento con la selección española. Heynckes recupera su mejor nivel Tras el paso sin pena ni gloria de Txetxu Rojo como técnico del equipo, el regreso de Jupp Heynckes a Bilbao devolvió la alegría y la vistosidad en el juego a la entidad y al propio Joseba que marcó 24 goles en las dos campañas que estuvo a las órdenes del alemán. La simiente plantada por el Heynckes fue recogida por Ernesto Valverde, que seguía contando con Exteberría como titular, y con el que el conjunto vasco logró otra participación UEFA y tras muchos años de mediocridad copera, el 'ex rey de Copas' conseguía rozar una final copera tras perder en semifinales en la tanda de penaltis. Quizás con Valverde terminó 'indiscutibilidad' del que por muchos años había sido considerado un intocable para entrenadores y aficionados. Las siguientes temporadas estuvieron marcadas por un Athletic cuyo declive en la Liga coincidió con el inicio del ocaso en la carrera del elgoibartarra. Los problemas clasificatorios del equipo y los constantes cambios de entrenador (cuatro en dos años) le perjudicaron y sus apariciones en el equipo titular comenzaron a ser anecdóticas. La llegada de Caparrós a Bilbao sacó al club del pozo, pero la situación de Etxeberría continúo siendo residual. Esto no fue óbice para que el punta disputara una final de Copa de la que se retiró entre lágrimas, consciente de que se le escapaba la última oportunidad de ser campeón. Con la marcha de Joseba Etxeberría el fútbol español pierde a uno de esos pocos jugadores de club que quedan en la Liga, sin duda un referente de profesionalidad, calidad y compromiso. Un jugador que pudiendo haber jugado en los más grandes clubes de Europa desarrolló su carrera íntegra en un club que le dio todo y al que él dio todo.
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