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Nuestro día por Lucas Haurie

La Razón
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La edición digital de un diario de la competencia cuenta entre sus patrocinadores con la Caja Rural, una de cuyas sucursales en Santiponce fue atracada ayer, a mano armada y con total éxito, por dos malhechores que se procuraron un aguinaldo de 20.000 euros ante el pasmo de las fuerzas del orden. Lo gracioso del caso es que el banner de la entidad financiera presidía la página en la que los colegas habían publicado el despacho de agencia que relataba el robo. En un periódico, redactores y comerciales conviven pero duermen en camas separadas, está claro, o quizá haya colegido algún gurú que la necesaria adaptación de la prensa a las nuevas tecnologías consiste en que las víctimas de los sucesos esponsoricen la sección. No crean que estamos los periodistas a salvo de escuchar majaderías de ese tamaño, e incluso mayores, mientras acortamos distancias con la construcción para convertirnos en el sector más golpeado por el paro desde el comienzo de la crisis. Y no será por ser refractarios a asumir sacrificios, porque resulta inimaginable un gremio más aborregado ante el maltrato patronal. Será verdad, tristemente, que cada cual obtiene lo que se merece. Los Santos Inocentes de hoy, cercanos a la decapitación, somos nosotros. Felicidades, compañeros.