España
Ahorrar luz sin dejar las carreteras a oscuras
Hay muchas formas con las que se puede ahorrar sin disminuir la seguridad vial. Los ayuntamientos podrían rebajar su factura entre un 60 y un 80% si cambian sus viejas luminarias por LED. Pero el ahorro no acaba ahí. La mayoría de ellos carece de un sistema de telegestión con el que detectar anomalías automáticamente. Con lo que se evitaría que alguien se enganche ilegalmente a la red o que decenas y decenas de farolas estén funcionando las 24 horas del día.
Desde que el Gobierno anunciara por última vez (ya lo hizo en el año 2008) su objetivo de reducir en un 50 por ciento el consumo energético de iluminación en autovías y autopistas, el debate se ha encendido hasta hacer palidecer la razón. ¿Se puede ahorrar? Sí, pero no sólo en carreteras. De hecho, no son precisamente pocos los estudios que aseguran que una menor iluminación conlleva rebajar la seguridad vial y añadir, por tanto, más riesgos a la conducción nocturna y por desgracia más víctimas mortales. Según ya informó en su día la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (Anfalum), en 2006 murieron 788 personas durante la noche en las carreteras sin iluminación, mientras que en las iluminadas la cifra de víctimas mortales descendió a 404.
Hay muchas formas con las que se puede ahorrar sin disminuir la seguridad vial. Ya hay en el mercado luminarias solares, así como fotovoltaicas-eólicas. El problema es su elevado precio, que bajará lógicamente a medida que la demanda aumente. Pero hay que ahorrar. España gasta en iluminación pública nada menos que 450 millones de euros al año, más del doble que otros países, como Alemania, por ejemplo, según datos del sector facilitados por la multinacional Hella, experta en iluminación y electrónica. Una forma para evitar este despilfarro energético es utilizar diodos emisores de luz (más conocidos como LED). Los ayuntamientos españoles podrían ahorrar entre un 60 y un 80 por ciento del consumo total del alumbrado de sus municipios si cambiaran sus viejas luminarias por LED, añaden desde Hella.
Monitorizar el alumbrado
Pero el ahorro en el alumbrado público no acaba con instalar estos diodos emisores de luz que permiten una reducción del 80 por ciento del consumo de energía. La mayoría de los ayuntamientos, a pesar de tener medidas de ahorro (como las LED), carece de sistemas de telegestión, que avisan cuando detectan anomalías en el funcionamiento. Y eso, a pesar del despilfarro económico y energético que causan anomalías tan comunes como que alguien se «enchufe» ilegalmente a la red o que decenas y decenas de farolas se queden encendidas durante todo el día hasta que alguien se dé cuenta de ello. Algo que no ocurre precisamente en cuestión de horas.
Y por tecnología no será. La empresa Wellness Telecom ha desarrollado un sistema de monitorización que permite «instalar equipos de muy bajo coste que usan comunicación inalámbricas y que hacen el seguimiento automáticamente. En caso de detectar una anomalía, generan una alarma para que los encargados de mantenimiento revisen la instalación», explica Alfonso Campoy, director de Innovación de la empresa.
«Los ayuntamientos –prosigue– están implantando sistemas de regulación, pero no los telegestionan. Por los datos que conocemos, los que monitorizan su consumo no llegan, en mi opinión, ni al cinco por ciento». «La monitorización no supone un ahorro en sí, sino que lo que evita son sobrecostes debidos a fallos de los que uno no se daría cuenta hasta que pasaran unos meses», añade.
En definitiva, medidas hay, y muchas, para frenar el despilfarro energético sin que eso conlleve un problema de seguridad vial.
Las ineficientes bombillas tradicionales
-Eficiencia energética: Baja. Transforman en luz sólo el 5% de la energía eléctrica que consumen. El resto, en calor, de ahí que se calienten tanto.
-Vida útil: Unas mil horas.
-Pros: Eran (ya no se pueden comprar en España) las más baratas del mercado y tienen muy buena reproducción del color.
-Contras: Contaminan más que las lámparas de bajo consumo o que los diodos emisores de luz.
El mercurio de las de bajo consumo
-Eficiencia energética: Alta. Consumen un 80 por ciento menos de energía que las tradicionales.
-Vida útil:Duran entre seis y ocho veces más que una luminaria incandescente.
-Pros: Su mayor coste se recupera en menos de un año y después se ahorra energética y económicamente.
-Contras: Tienen dos grandes «peros». El primero, tardan en dar la misma luz que las tradicionales. Y segundo, tienen 5 mg de vapor de mercurio por bombilla. De romperse, hay que abrir la ventana, salir y después recoger los restos con guantes.
Los LED
-Eficiencia energética:Alta. Los diodos emisores de luz (más conocidos por LEDS) permiten una reducción del 80 por ciento del consumo de energía.
-Vida útil: 60.000 horas.
-Pros: Concentran la luz, no la difuminan, y dan, según diversos expertos, mejor luz que las bombillas de bajo consumo. Aunque resulten más caras, consumen menos, por lo que al final el sobrecoste inicial se amortiza. La mayoría de expertos apuesta por LED frente a las de bajo consumo, ya que no tienen vapor de mercurio y para muchos iluminan mejor.
-Contras: Más caras.
Una margarita solar y eólica que se apaga si no hay movimiento
La «Light Blossom», de Philips, consume la mitad de energía que una tradicional. Abre los pétalos por el día para capturar la radiación solar, y, en caso de viento, mueve los pétalos, que se transforman en pequeños aerogeneradores. Además, se apaga si no hay movimiento.
Una farola solar más eficiente que una de LED
Creada por la empresa española Siarq, la farola fotovoltaica Hom ahorra 225 kWh al año frente a una convencional de LED y 500 respecto a las de vapor de sodio. El coste, eso sí, es superior a las convencionales, aunque se amortiza durante su vida útil, según aseguran desde la compañía.
Cómo usar la energía de un coche sobre el asfalto
Con el «Electro Kinectic Road Ramp» se podría usar la energía generada por los coches que circulan por una carretera para encender farolas. La máquina, integrada en la carretera, se desplazaría hacia abajo al pasar el vehículo, con lo que se transmitiría la energía del coche sobre unas turbinas que se moverían y producirían energía eléctrica.
Un luminoso que se alimenta sólo del sol
No es una farola, pero este luminoso que se alimenta del sol ayudaría a ahorrar a los bolsillos de todos aquellos que tengan un establecimiento. Diseñado por la empresa británica Anokimobi, este luminoso publicitario consume entre seis y diez vatios. Su batería le da 14 horas de autonomía, suficiente para poder anunciar toda la noche el local sin tener que contaminar.
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