El Ejército arresta a «El Coss» uno de los narcos más buscados

El presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, se encontrará el próximo 1 de diciembre con una herencia de sangre: una cruenta guerra entre narcos con organizaciones descabezadas, inmersas en una lucha encarnizada por el poder. El último cayó en Matamoros, Tamaulipas. No era un narco cualquiera. Muchos recuerdan los días en que Juan Nepomuceno Guerra, aparentemente próspero empresario, recibía diariamente en su restaurante a decenas de personas que le pedían dinero, empleo para los hijos, regañar al esposo bebedor...
Era la década de los años 70. La leyenda urbana cuenta que Juan N. Guerra, como se conocía al anciano, ayudaba a todos, sin problema. La historia nada tendría de particular si no fuera porque Guerra era el fundador de una próspera organización de contrabandistas que años después se convertiría en el cártel del Golfo, una de las organizaciones de tráfico de drogas más fuertes y violentas de México y que ahora podría desvanecerse.
Esta semana, la Secretaría de Marina capturó a Jorge Eduardo Costilla Sánchez, «El Coss», a quien se consideraba el líder de la facción más grande del grupo que desde 2010 estaba dividido. De acuerdo con analistas consultados por LA RAZÓN, la detención pone fin al liderazgo histórico del cartel y abre paso a una guerra interna por ocupar el territorio que aún controla. Desde hace varios años, «El Coss» mantenía una disputa con el cértel de Los Zetas, formado por ex militares y que durante más de una década se mantuvo como el brazo armado de la organización. La batalla ha dejado a cientos de personas asesinadas y desaparecidas.
Según las autoridades, la organización está seriamente mermada tras la captura de «El Coss» y de Mario Cárdenas Guillén. De hecho, el Cártel había perdido mucha de su influencia no sólo por la ruptura con Los Zetas, sino por la división de los grupos que encabezaban estos líderes. Para sobrevivir, «El Coss» se había asociado con el Cártel de Sinaloa –otrora el principal enemigo de su organización– cuyo líder es Joaquín Guzmán Loera, «El Chapo», y que desde 2005 pretende apoderarse de la ruta de tráfico en la llamada Frontera Chica. Desde que escapó de prisión en 2001, la familia de «El Chapo» ha estado bajo asedio policial con la esperanza de poder atraparlo en un descuido.