La industria soriana Puertas Norma a la espera de que algún empresario la salve

Soria- La liquidación de Puertas Norma supone que la factoría entra en fase de «mercadeo», ya que tiene como objetivo recabar la mayor cantidad de dinero para pagar a los acreedores. De este modo resume el representante de MCA-UGT Soria, Carlos García, la posición actual de Norma, empresa que emplea a 562 trabajadores de la comarca de Pinares de Soria-Burgos.

«Ahora Norma tendrá actores nuevos con diversos intereses y todos económicos. Algunos querrán que se venda por partes para comprar una determinada máquina y otros desearán cobrar cuanto antes porque las deudas les ahogan», precisó para subrayar que en ese «mercadeo», los empleados se encuentran en el último escalafón, ya que lo que se les adeuda son sólo dos mensualidades computadas como crédito privilegiado.

El convenio de asunción de esta factoría dilucidado en el Juzgado de lo Mercantil de Soria tocó ayer a su fin, tras la decisión de la Junta de Castilla y León de abstenerse en la votación que hubiera posibilitado que el Grupo Dymsa se hiciera con los activos de Norma a través del convenio de asunción. Norma debe al Gobierno regional 2,6 millones de euros de una subvención concedida a través de la Agencia de Desarrollo Económico (ADE), lo que representa un 32 por ciento del crédito ordinario, un porcentaje indispensable para que ese grupo se hubiera hecho con los activos, ya que la deuda de Norma a las administraciones públicas suma el 53 por ciento.

Situación de incertidumbre
Tras el fallo del Juzgado de lo Mercantil de Soria, que se dará a conocer en las próximas horas, esta factoría que hasta la fecha ha sido el pulmón industrial de una comarca que ha sobrevivido de la industria de la madera y los recursos forestales, pasa a una situación «de incertidumbre en el que los trabajadores deberán esperar a cobrar», según García.

Puertas Norma será dirigida y gestionada, a partir de ahora, por los administradores concursales, tres profesionales independientes (un abogado y dos economistas) designados por el Juzgado Mercantil de Soria en noviembre, mes en el que la empresa entró en concurso de acreedores. «Ellos junto a la administración judicial toman todas las decisiones y están al frente de todo», indicó.

El objetivo es pagar la deuda
El objetivo de este nueva fase pasa porque los acreedores recuperen sus créditos, para la cual los administradores concursales intentarán conseguir diez millones de euros para pagar a los acreedores comerciales y los créditos preferentes. A ello hay que sumar nóminas e indemnizaciones.